En Vallecas, o ganar o rezar

Champán o pañuelos en Vallecas (domingo, 21.00 horas, Movistar LaLiga). Ya solo quedan 90 minutos para conocer el futuro del Club Deportivo Lugo. El último partido de la temporada va a determinar si el conjunto albivermello cumplirá su décima temporada consecutiva en Segunda División o bajará a los infiernos de la flamante Primera RFEF para reencontrarse con clubes vecinos como el Deportivo, el Racing de Ferrol y el Celta B. La victoria es el único resultado que le garantiza la gloria. Depender de uno mismo «es una gran ventaja», creen en el vestuario del Ángel Carro, y acentúa la confianza de un plantel que incluso ganando o perdiendo ante el Rayo Vallecano podría descorchar el champán igualmente, si bien en ese caso su permanencia quedará a expensas de los acontecimientos en los partidos de los equipos que le pisan los talones: Logroñés, que recibe a un desmotivado Las Palmas, y Sabadell, que cierra el curso en casa del Mirandés, otro equipo con todo el trabajo hecho y pensando más en las vacaciones.

La cita también decide el futuro inmediato del Rayo Vallecano, cuya aspiración es disputar la promoción de ascenso a Primera División. Y como el Lugo, tampoco necesita mirar a otros campos en caso de victoria. Si los hombres de Andoni Iraola se imponen a los rojiblancos acabarían como mínimo en la sexa plaza de la clasificación, la última que concede billete para el ilusionante play-off, mientras que un empate o una derrota les resultaría insuficiente si el Sporting de Gijón vence en El Molinón al Almería, que aspira a ser tercero para gozar de una buena ventaja en las eliminatorias de ascenso a la máxima categoría.

Los protagonistas de la ruleta rusa en un estadio de Vallecas sin público acuden a la cita con la moral al nivel máximo y presión a partes iguales, si bien Roberto Trashorras, exfutbolista lucense del Rayo Vallecano, considera más llevadera la que soporta el conjunto local. «No es lo mismo jugarte un ascenso o un título que un descenso», señaló en una entrevista a La Voz el talentoso exjugador de Rábade.

El equipo lucense llega al duelo definitivo en su mejor racha en mucho tiempo, después de enlazar dos victorias —ante el Mirandés y el Cartagena— y un empate —en Albacete— que son la razón por la que llega con vida a esta última jornada, mientras que el Rayo Vallecano también comparece empujado por tres victorias consecutivas —Fuenlabrada (1-2), Oviedo (4-1) y Castellón (0-2)— que le permitieron recuperar el terreno perdido con su falta de triunfos en las cinco jornadas anteriores. Poco más se puede pedir a un partido.

El sancionado Luis Ruiz, la única ausencia en una convocatoria con 27 jugadores

El Lugo se desplazó ayer hasta la capital de España con una expedición en la que no faltaba ningún futbolista de la primera plantilla, si bien la presencia de Luis Ruiz obedece a motivos anímicos puesto que debe cumplir sanción por acumulación de amonestaciones y su participación en el encuentro está descartada. La convocatoria de Rubén Albés para el partido la completan los otros 24 futbolistas del equipos y los canteranos Quindimil, Christian y Luis Castro.

Entre los convocados figuran varios jugadores con serios problemas físicos cuyo concurso está prácticamente descartado, como es el caso del capitán, Carlos Pita. Entre algodones viajaron también Roberto Canella, Diego Alende y el Puma Rodríguez, según anunció el técnico en sala de prensa. Por lo visto en las últimas sesiones de entrenamiento, el lateral zurdo asturiano se encuentra bastante recuperado de la lesión que le tuvo apartado del equipo desde principios de abril y tiene muchas papeletas para entrar en el once. Juanpe podría ser el elegido para cubrir la hipotética baja de Alende, y Chris Ramos o Herrera entrarían si finalmente también se pierde el duelo el Puma Rodríguez.