Continuidad al denominador común de competitividad, reacción y errores

El Club Deportivo Lugo sumó un punto de prestigio ante un rival y en un estadio de primer nivel en Segunda. Ahora, el público juega y la condición de local y visitante vuelve a influir, no como durante los partidos a puerta cerrada, donde eran prácticamente en campo neutral, salvo en caso de diferencias de dimensiones del terreno de juego. Empatar ante una afición fiel de un equipo clásico como el Leganés. Un club que a nivel estructural creció significativamente desde el ascenso a Segunda en 2014, ya antes de subir a Primera en 2016. Rubén Pardo, Gaku Shibasaki, Unai Bustinza o José Arnaiz son futbolistas de primer nivel en Segunda.

Un Lugo que, al margen del gol en contra, solo recibió dos ocasiones: la volea de Lazar Randelovic después de un centro lateral y el disparo desde fuera del área de Yoel Bárcenas. Ambos desviados perfectamente por Fran Vieites. Tres partidos de Vieites y paradones en cada uno de los encuentros, aunque también tres errores. Falla en 1-0 claramente. La sensación es que duda cómo reaccionar técnicamente al disparo de Gaku Shibasaki. También muy probablemente ve tarde el balón porque le molesta la colocación del árbitro, quien, de hecho, se agacha. Y hay un vacío en la marca a Gaku, pues no hay nadie sobre él, sobre el poseedor de balón. Y más en una jugada donde el Lega circula el balón, pero con escasa velocidad. Como si el rival anestesiara al Lugo en esa jugada. 

Reacción 

El Lugo reaccionó con avidez. Un equipo que siempre genera y crea más que en una parte importante de la temporada anterior y que incluso las siete jornadas finales de Rubén Albés en la liga pasada. Nuevamente, gol en el que participa el genio Gerard Valentín, pero en el que también colaboran dos jugadores que muestran dos virtudes importantes de cada uno en este tanto: Xavi Torres con sus aperturas (que ya mostró con Luis César Sampedro) y Hugo Rama con su último pase. Rama mejora desde el partido en Cartagena, inclusive. En el gol, el ex del Cerceda rompe al espacio, control de espuela y pase de la muerte, similar a la jugada de la primera mitad donde asiste a Chris Ramos, que falla en boca de gol. En esa jugada, tras saque de banda de Gerard Valentín. José Ángel Carrillo, en apenas 71 minutos y una operación intermedia, ha marcado ya dos goles, los mismos que la liga pasada y la mitad que hace dos. Todavía no ha sido titular con Albés.

Los centrales siguen mejorando. Diego Alende es un competidor nato, físicamente potente y una ayuda para sus laterales. Juan Antonio Ros estuvo crucial al corte y en las disputas. Y ya está consolidadísimo como lateral izquierdo Orest Lebedeko, que, al margen de sus aptitudes ofensivas, realizó recuperaciones trascendentales en Butarque. 

Solo una victoria

Pero son ocho puntos, uno por jornada. Solo una victoria. Hay cierta urgencia de triunfo. Ahora, llega el Girona, con un potencial significativo, aunque es el último límite salarial de Segunda, y tiene los mismos puntos que los lucenses. El Lugo, después de diez temporadas en Segunda, solo tiene 254 mil euros de límite salarial más que el Amorebieta, recién ascendido por vez primera. El Girona solo ha sumado un punto de los últimos seis. Únicamente, un punto fuera de casa. Entrenados por Míchel Sánchez, seguramente el mejor técnico de la categoría, y con un delantero de élite como Christian Stuani, un "trequartista" como Borja García y un portero determinante como Juan Carlos Martín, ex Lugo, entre otros. Recupera a Pablo Moreno, aunque son bajas los laterales David Juncà y Jordi Calavera, éste ex Lugo.