El Lugo vendió cara su derrota

No pudo ser. El Lugo encajó en Ipurúa su séptima derrota en esta liga, y lo hizo ante el líder, el Eibar, que en el cómputo global del partido fue mejor. A pesar de la derrota, los discípulos de Rubén Albés volvieron a mostrar su principal seña de identidad: no rendirse hasta que el árbitro decretó el final del partido.

La puesta en escena del Lugo fue espectacular, y es que a los tres minutos Carrillo remató de cabeza una precisa asistencia de Iriome, que estuvo a punto de acabar en gol. Los dos equipos comenzaron intensos, dándole al choque un ritmo alto, que agradecieron los 6.000 espectadores que se dieron cita en las gradas de Ipurúa.

La primera gran ocasión del Eibar llegó con un disparo al palo de Stoichkov, que aprovechó un mal despeje de Carlos Pita para disparar. Fue en el minuto 18. Y once minutos más tarde la pelota se volvió a encontrar con el palo de la meta de Whalley tras la ejecución magistral por parte de Arbilla de una falta. Sin duda, este tramo del choque estaba siendo el mejor de los futbolistas de Gaizka Garitano, que no obstante tenían dificultades para penetrar la excelente defensa de los albivermellos.

Ya en la recta final de la primera entrega, el Lugo tuvo la segunda oportunidad más clara para marcar. Carrillo no acertó a rematar un centro chut de Juanpe. Y prácticamente con esta ocasión clara de los discípulos de Rubén Albés concluyó un primer tiempo intenso y con dos equipos buscando el área rival. Eso sí, con sus armas.

La segunda mitad la comenzó más entonada el Eibar. Nada más poner la pelota en juego, Stoichkov la volvió a tener en sus botas con un tiro raso y bien colocado que detuvo bajo los palos Óscar. Fue una ocasión clara del máximo goleador del equipo armero y una decidida declaración de intenciones del Eibar de que iba a seguir hasta el final en busca del gol.

En esta entrega, el Lugo tuvo más dificultades para pisar el área contraria. Le costó mucho salir de su campo ante la insistencia de la escuadra armera, que no obstante temía que en cualquier momento pudiera llegar una contra visitante y sorprenderla.

No fue así. El que se adelantó en el luminoso fue el Eibar. En el minuto 65, una internada de Stoichkov acabó con un centro en el área, y en este escenario Fran Sol remató a bocajarro superando a Alende, logrando así el tanto armero tan deseado. Era el premio a la constancia local. Este tanto fue un auténtico jarro de agua fría para un Lugo que veía frustrarse todo su esfuerzo defensivo impecable durante más de dos tercios del partido.

Seis minutos más tarde pudo llegar el segundo de los locales. Una buena combinación entre Stoichkov y Corpas acabó con disparo de este último, que abortó Whalley.

A pesar de ir por detrás en el luminoso y ver como el Eibar dominaba, el Lugo no todavía no había dicho su última palabra. Así, en el minuto 75 Alberto de cabeza casi estuvo a punto de sorprender al guardameta local, Cantero. Aketxe dio la réplica con un tiro lejano que detuvo el guardameta lucense, que se volvió a lucir en el minuto 85 tras un tiro a bocajarro de Stoichkov.

Y ya en el tiempo de descuento —fueron seis minutos, Manu Barreiro, que salió en los últimos instantes disparó muy cruzado ante la meta de Cantero. Con esta jugada concluyó el partido. La victoria acerca al Eibar a Primera División. Y el Lugo ya piensa en la próxima cita. Eso sí, sin presión, porque los deberes están casi hechos, y este sábado volvió a mostrar sus señas de identidad.

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Cantero; Venancio, Correa, Fran Sol (Blanco, min.77), Arbilla; Muñoz, Atienza (Chema, min.87), Expósito, Corpas (Aketxe, min.77); Tejero y Stoichkov (Quique, min.86).

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Whalley; Ricard, Canella (Lebedenko, min.67), Alende, Alberto; Carlos Pita (Xavi Torres, min.82), Clavería, Juanpe (Señé, min.67), Sebas Moyano (Manu Barreiro, min.82); Carrillo e Iriome (Chris Ramos, min.66).

GOLES: 1-0, min.65, Fran Sol.

ÁRBITRO: Víctor García Verdura. Amonestó a los futbolistas del Eibar Expósito, Muñoz, Atienza y Sergio, y a los del Lugo Ricard, Chris Ramos y Lebedenko.

INCIDENCIAS: Partido de LaLiga SmartBank, que se disputó en el estadio de Ipurúa, en cuyas gradas se dieron cita unos 6.000 aficionados.