La Voz de Galicia

Un buen día para ser física

Ciencia

Mar Capeáns

La científica gallega habla para La Voz del acelerador de partículas que ha logrado producir un pequeño Big Bang.

31 Mar 2010. Actualizado a las 19:10 h.

A la una de la tarde del martes, los experimentos del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN detectaron por primera vez las colisiones de dos haces de protones de 3.5 TeV, un nuevo récord mundial de energía que marca el inicio de la explotación del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) como el gran instrumento de la Física de este siglo. Enseguida se analizaron los primeros datos y se produjeron las primeras imágenes de partículas atravesando los detectores. Las salas de control se llenaron de aplausos y se escuchó la palabra emoción en multitud de idiomas. Y es que la paciencia tiene sus recompensas.

Después de dos décadas construyendo esta máquina colosal, los descubrimientos comienzan hoy. Desde ahora, más de ocho mil físicos se dedicarán a analizar los datos que genera el LHC día y noche. Queremos encontrar la prueba experimental que nos ayude a entender de qué está compuesto el universo; si las fuerzas de interacción conocidas pueden unificarse en una sola Gran Fuerza; y se buscará el bosón de Higgs y partículas predichas por nuevas teorías tales como la supersimetría, que podrían explicar la materia oscura que abunda en el universo.

El día de hoy augura un brillante futuro, pero no debemos olvidar el hecho de que el LHC es una máquina nueva, que empuja los límites de la tecnología a través de una amplia gama de disciplinas, y como tal necesita ser tratada con respeto. Durante los próximos meses se redescubrirán las partículas conocidas del modelo estándar, pero con una precisión jamás alcanzada; esto nos permitirá entender el acelerador y sus detectores de partículas y así estaremos bien preparados para detectar y reconocer la física nueva. La etapa actual del LHC se espera que dure unos dieciocho meses. Esto debería permitir a los experimentos del LHC acumular datos suficientes para explorar nuevos territorios en todos los ámbitos en los que se puede esperar una nueva física. Es el mejor momento para ser físico de partículas y participar en una nueva frontera del conocimiento.


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