«Nadie debería obviar sus revisiones médicas en plazos superiores a un año»

Verano. Tiempo de vacaciones y diversión. También de excesos y cierta dejadez en los hábitos saludables. Con la vuelta al trabajo, las personas recuperamos rutinas y esa inquietud por volver a la normalidad. Tanto la emocional como la física.

¿Vale la pena someterse a una revisión médica para determinar la huella que el período estival ha dejado en nuestro cuerpo? ¿Cuántas veces se ha formulado a esta pregunta? Con la ayuda del doctor Manuel Viso, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital San Rafael de A Coruña y responsable del Área de Revisiones Médicas, tratamos de arrojar algo de luz a la cuestión.

—¿Es recomendable someterse a una revisión médica después del verano?

Es recomendable en cualquier momento del año. Si llevamos mucho tiempo sin hacerlo, es el momento de hacerla, aunque sea como una de esas promesas que tenemos pendientes y que nos hacemos después del verano. Obviamente, si detectamos alguna sintomatología, no debemos dejarla pasar, porque el diagnóstico precoz es crítico para un tratamiento más efectivo ante cualquier patología.

—¿Existe una tipología específica de personas o pacientes a quienes sea recomendable realizar una revisión médica?

A modo general, yo recomendaría hacer una revisión a cualquier persona a partir de los 25 o 30 años. Dependiendo del sexo o de lo que se haya encontrado en esa revisión, a partir de ese momento se establecería el tipo de revisión y la frecuencia personalizada. Por ejemplo, una mujer debería tener las primeras revisiones con el ginecólogo antes de mantener las primeras relaciones sexuales.

En personas de más de 45 años, la patología cardiovascular y tumoral (cáncer de mama, próstata…) hay que tenerla más vigilada porque en estos casos la prevención y el diagnóstico precoz es esencial para el tratamiento y que no se vea atenuada la supervivencia del paciente.

Desde luego, aquellas personas que presentan factores de riesgo, como el sedentarismo, el tabaco y el alcohol, el sobrepeso, la hipertensión y el estrés, deben ser examinados de una forma muy regular, probablemente cada cuatro o seis meses.

—¿Cuáles son las pruebas más frecuentes a las que se somete una persona que acude a realizar una revisión médica en el Hospital San Rafael?

Principalmente, una analítica de sangre completa, un electrocardiograma, una radiografía de tórax y una ecografía abdominal. Estas son pruebas básicas. Luego, dependiendo de la edad, el sexo y los factores de riesgo del paciente, se pueden incorporar otras pruebas como un ecocardiograma, una prueba de esfuerzo, una mamografía y una colonoscopia/gastroscopia.

En todo caso, ante cualquier hallazgo relevante se deriva al paciente a cualquiera de nuestros servicios (cardiología, urología, ginecología, otorrino, digestivo, dermatología...) para hacer un diagnóstico más preciso y exhaustivo del cuadro que presenta el paciente.

—¿Con qué periodicidad es recomendable someterse a una revisión?

Nadie debería obviar sus revisiones médicas en plazos superiores a un año.

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