La Voz de Galicia

«¡Mira que no darle las dos orejas!»

A Coruña

Rocío Rodríguez a coruña

02 Aug 2002. Actualizado a las 07:00 h.

«Ese hombre es un cochino, ¡mira que no darle las dos orejas al Juli!». Así de enfadada se mostraba Bernardina Capillas por la decisión del presidente de premiar con un único apéndice la faena de Julián López en el primero de su lote. Nació en Palencia en 1.912 y, desde hace ya mucho tiempo, asiste a la feria taurina de María Pita junto a Eleuteria Daza, de 91 años. Apropiadamente ataviadas para la ocasión, con pañuelo rojo al cuello y sombrero cordobés sobre sus cabezas, no se pierden detalle alguno. Mientras que sus ojos están fijados en el albero, de sus bocas no cesan de salir comentarios sobre lo que allí acontece. «Eso no es torear», sentencia Eleuteria mientras El Cordobés, de rodillas, se aproxima al toro. «Hombre, la verdad es que se arrima mucho», replica Bernardina. Confiesan ser seguidoras incondicionales de El Juli. En su segundo toro, el matador, con un par de banderillas en la mano, se dirige hacia las tablas y se sube al estribo. «Mira, mira dónde se coloca», resalta Eleuteria. Aplauden entusiasmadas: sin lugar a dudas, es su torero. «Aunque sólo venimos a esta feria, no nos perdemos ni un sólo festejo televisado», confiesa Eleuteria. Tantos años de afición dejan huella. Saben mucho, de toros y de toreros. «Ortega Cano se debería retirar ya», cree Bernardina. Eleuteria la interrumpe: «A mí me ha dado mucha pena lo de Reina Rincón, al que asesinaron en Colombia». Como mujer de Jesulín, prefieren a Belén Esteban frente a María José Campanario. También coinciden en que el secreto del éxito de los toreros entre las mujeres es «los cuartos que ganan». Pliegan sus pañuelos blancos y se van. Maestras, hasta la próxima.


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