A pintar tablitas

Me gusta la idea. Demuestra, una vez más, que no todo está inventado. A Cor do mar es una exposición abierta y solidaria. La iniciativa consiste en la creación de una obra colectiva, en la que pueden participar todos los ciudadanos, bajo el tema central del mar. Cada persona pinta una tablita que, pegada a la pared, forma parte de un gran mural que hasta el domingo cubrirá las paredes del Kiosco Alfonso. El público puede adquirir una pieza al precio de 20 euros. Pero no se puede elegir. Es cuestión de suerte. Igual se lleva usted para casa una tablita con la firma de un artista como Alfonso Sucasas , Rafael Canogar , o Din Matamoro , o con la rúbrica de su vecina del quinto. Unos pintan, otros compran. El mural es cambiante e interminable. La inauguración Los fondos recaudados serán destinados a las actividades de seguimiento del impacto medioambiental del accidente del Prestige que llevará a cabo Greenpeace. «Nos decidimos por este grupo ecologista porque buscábamos garantías de transparencia y de independencia», me comenta Blanca González Docampo , una de las organizadoras de la exposición junto a Luisa Redondo y Mikel Vergara . A la presentación asistió en concejal de Cultura del Ayuntamiento, José Luis Méndez Romeu , y artistas como Jano Muñoz , Miguel Anxo Prado , Xavier Seoane , José María Kaydeda , Yolanda Castaño , Felipe Criado , Antón Sobral , o Antonio Tenreiro , al que vemos en la foto dispuesto a colaborar con esta solidaria iniciativa. Las mareas de Ana Tiene 23 años, es reportera gráfica de La Voz en Bergantiños, y en los últimos setenta días no ha parado de captar con su cámara la catastrofe del Prestige . Ana García expone sus trabajos fotográficos en el Fórum Metropolitano bajo el título genérico de Marea negra, marea blanca . El negro de la desesperación, el blanco de la esperanza. Un personaje ?l último protagonista del día se llama Manuel Sarandés . Sí, me refiero a ese pintoresco artista coruñés cuyos atrevidos cuadros figuran en las paredes de muchos locales de hostelería del centro de la ciudad. Me lo encuentro en todas partes. Va de café en café. «Me tomo seis u ocho al día, pero el que más me gusta es el del Geografic Chic en la calle Juan Canalejo porque estoy loco por una de las camareras», me comenta como si nada. Estoy aturdido. Ahí lo tienen, al lado de un original cuadro en forma de l . «Lo titulé Hambre y refleja una boca comiéndose un pie», afirma entre carcajadas. Le recomiendo que vaya al Kiosco Alfonso para colaborar con la exposición A Cor do mar . No me perdería su tablita por nada del mundo.