La Voz de Galicia

La boda de Jimmy

A Coruña

Carlos Fernández a coruña

La ceremonia se celebró en el pazo de Meirás a principios del mes de agosto de 1977 El enlace con Merry Martínez Bordiú fue el primero que tuvo lugar en la residencia de verano de Franco

17 Jul 2004. Actualizado a las 07:00 h.

La boda de ayer de un biznieto de Franco con una joven madrileña en el pazo de Meirás trae el recuerdo de la primera que se celebró en el histórico recinto. Ocurrió el 3 de agosto de 1977 y fueron los novios Merry Martínez Bordiú, hija de los marqueses de Villaverde, y Joaquín (Jimmy) Giménez-Arnau, hijo de embajador. Ya fallecido Franco, y sin el poder que suponía el parentesco con el Caudillo, el enlace se celebró con bastante discreción, pues sólo fueron 160 personas las invitadas (en la boda de los marqueses de Villaverde, en el Palacio de El Pardo, en 1950, fueron algo más de mil). La ceremonia fue oficiada por el párroco de Meirás, Antonio Pazo Buján, y los contrayentes fueron apadrinados por la madre de la novia, Carmen Franco Polo, duquesa de Franco y marquesa de Villaverde, y José Antonio Giménez Arnau, director de la Escuela Diplomática. A la salida de la misa (cerca de la una de la tarde), y antes del almuerzo se sirvió a los asistentes un aperitivo enxebre compuesto por pulpo a la gallega (el preferido de doña Carmen Polo), empanada de vieiras, xoubas y lomo; tortilla española y pimientos de Padrón. El menú fue ciertamente opíparo, pues constaba de caldo gallego, salpicón de langosta, reo, lubina, rodaballo, lacón y piernas de ternera. Los vinos y licores los regaló la casa Terry, como homenaje póstumo al Caudillo. No hubo tarta nupcial. La novia llevaba un traje en crepé de jorget con encaje de quinour y un lazo verde de raso en la cintura. El traje había sido diseñado por Daphnes sobre un modelo original de Saint Laurent. En la mano llevaba Merry una vara de nardos. El peinado fue una creación de Leonardo, de Durán, y el maquillaje, de Tarims, también de Durán. Huelga de camareros La boda estuvo a punto de suspenderse, pues, por esa época, había en A Coruña huelga de camareros, pero las diligencias de un amigo de la familia, Antonio Fernández Tapias, conocido cariñosamente como Galletas , lo solucionó todo. Sobre este enlace, Jimmy hará un retrato sarcástico en un libro. Entre otras lindezas dice que a su padre, el embajador, le obligaron a vestir el traje oscuro de invierno de la carrera diplomática, para que no se confundiese con los camareros si usaba el blanco de verano. Añade que, en el momento que dijo el cura «yo os declaro marido y mujer», el tío del novio, José Vicente Puente, se volvió hacia Manuel Fraga y le dijo en voz audible: «¡Ya la hemos jodido! ¡No hay nada que hacer!». Fraga soltó una gran carcajada que dio colorido a la seriedad de la ceremonia. Separación También recuerda Jimmy el consejo de doña Carmen a él y a Merry: «Ahora que sois marido y mujer tenéis que comer más, porque necesitáis estar muy fuertes para lo que os espera». El marqués de Villaverde, más pesimista, les dijo: «¡A ver cuánto dura esto!». No duró muchos años ciertamente, pues el matrimonio se separó, tras tener una hija (Leticia). Para colofón, comentó Giménez-Arnau que varios amigos suyos, jóvenes por supuesto, fumaron unos porros en la biblioteca de la Pardo Bazán, donde se celebraban antaño los consejos de ministros.


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