Vázquez ve en el hermanamiento con Cádiz un ejemplo de diálogo
A Coruña
Teófila Martínez destaca la tradición de ambas ciudades en defensa de la democracia La alcaldesa gaditana insta a «apostar por la libertad desde el municipalismo»
07 May 2005. Actualizado a las 07:00 h.
? poco que se escarbe en la historia, sobran razones comunes. Entre Cádiz y A Coruña hay mucho más que 1.200 kilómetros. Buena parte de lo compartido salió ayer a relucir en el acto oficial de hermanamiento de ambas ciudades, el primero para las filas locales, y que propició discursos de carga solemne en el salón de plenos de María Pita. Teófila Martínez, en una aplaudida intervención, rescató hasta lo mitológico de una relación milenaria que, ahora y tras los acuerdos plenarios de ambas corporaciones, toma forma sobre el papel: «Hércules -dijo- nos colocó en un sitio especial en la leyenda universal». El mismo mítico fundador, ser coherederos de una civilización común, idéntica trayectoria en la defensa de las libertades, parecidas limitaciones territoriales y el mar como fuente y condición de vida sintetizan siglos de historia compartida que llevaron, el pasado 18 de marzo, a firmar el protocolo de hermanamiento ante el monumento a las Cortes de 1812. Aquellas de las que salió la primera Constitución española que A Coruña se adelantó -fue la primera ciudad española en hacerlo- a jurar. Y Teófila Martínez lo enfatizó: «Allí donde estemos coruñeses y gaditanos, estarán Cádiz y La Coruña, y con ellos, España». Como tributo a un legado de tradición democrática y constitucional, la regidora definió el hermanamiento como otra nueva apuesta «por la libertad desde el municipalismo», y abogó porque el gesto de entendimiento entre ambas ciudades «en este azaroso, pero atractivo mundo, en el que nos ha tocado vivir». Francisco Vázquez reiteró el acto de justicia a una afinidad histórica - «la biografía y vida de Cádiz y La Coruña se mide por milenios, somos solares antiguos», dijo-, que se extiende no sólo al espíritu abierto de ambas urbes, sino a su estilo de vida. Y no olvidó tampoco subrayar el papel protagonista de la capital andaluza: «El monumento de las Cortes de Cádiz recuerda la esencia de la amada España». De ahí que el alcalde reiterase su total apoyo para colaborar en los actos de conmemoración del bicentenario. Terminó Francisco Vázquez su intervención refiriéndose a la oportunidad de «pasar el testigo a la sociedad civil, en especial a los jóvenes», a quienes confió el desarrollo del hermanamiento mediante todas cuantas actividades fructíferas de intercambio puedan desarrollarse «desde el conocimiento de la historia, desde el respeto a los orígenes y haciendo suyo lo común como referente para marcar principios y valores», subrayó. Por último, y en el mismo sentido que la regidora popular, el alcalde situó el acto de hermanamiento como «el reflejo de que es posible el diálogo y el entendimiento, es posible -recalcó- dejar a un lado las crispaciones y buscar lo que más nos pueda unir».