El Puerto quiere convertirse en la alternativa a los paseos por la calle Real y los Cantones durante los días de lluvia
10 Feb 2008. Actualizado a las 02:00 h.
El bullicio viene de arriba. Son las seis de la tarde. Es viernes y fuera luce el sol. La planta baja del centro comercial El Puerto, ubicada en la dársena portuaria de A Coruña, está poco concurrida. Es un día para caminar por los jardines de Méndez Núñez o por el paseo que bordea el mar.
El escenario cambia en el primer piso, donde grupos de adolescentes degustan una hamburguesa del Burger King, un helado italiano de Ricci o un plato especial típico de alguna cocina del mundo.
Lo hacen en el comedor común en el que confluyen los clientes de los restaurantes de comida rápida (incluida la cadena americana Subway, especializada en alimentos que no disparan el nivel de colesterol) que pican algo antes de ir al cine. Son los habituales de la media tarde.
Junto a ellos, algunos padres aprovechan para que sus hijos pequeños jueguen en el interior del parque infantil. Al terminar, puede que al pasar ante el escaparate de alguna tienda, piquen y caiga algo, pero la mayoría no han ido al centro a comprar.
Hay que aguardar un par de horas para que en el Puerto comience a venir alguna pareja. La estampa familiar al completo es propia del fin de semana y de tarde de domingo con lluvia. El último día de la semana, o el primero por el calendario anglosajón, todas las tiendas del centro comercial están abiertas. Son los privilegios de estar en zona portuaria, un hecho que constituye uno de los mayores puntos de atracción del complejo.