Tres accidentes provocan atascos kilométricos en los principales accesos a la ciudad

Tres accidentes (dos en Alfonso Molina y uno en la avenida de las Jubias) provocaron ayer por la mañana el colapso de los accesos a la ciudad. Todos ocurrieron en un lapso de tiempo de treinta minutos, entre las 8.35 y las 9.05, en plena hora punta. De hecho, la circulación resultaba ya complicada cuando se produjo el primero de los siniestros. Y miles de conductores tuvieron que sufrir, una vez más, la incapacidad de las principales avenidas de entrada a la ciudad para absorber el tráfico que llega a A Coruña, un problema que se antoja de imposible solución mientras no entre en servicio la tercera ronda.

Las caravanas llegaron hasta Perillo por la nacional VI, y en la autopista AP-9 alcanzaron los diez kilómetros. También el casco urbano sufrió las consecuencias: las avenidas del Ejército y Arteijo y la ronda de Outeiro estuvieron colapsadas buena parte de la mañana. No fue hasta las once cuando se recuperó la fluidez.

Pero los de primera hora no fueron los únicos accidentes. A mediodía un conductor, que no sufrió ninguna lesión, perdió el control del automóvil que conducía por el paseo marítimo, a la altura de la calle del Matadero, y colisionó contra una farola. El motor del vehículo perdió combustible y aceite. Por ello, los bomberos tuvieron que limpiar la vía.

Además, a las cuatro de la tarde un turismo volcó en Alfonso Molina, en la salida de la AP-9, que ya se ha convertido en un punto negro. Y por la noche una mujer resultó herida en la unión de esta avenida con Linares Rivas en un choque, y un hombre sufrió lesiones leves al colisionar el coche en el que iba y un bus en la rotonda de Pérez Ardá con la avenida de Monelos. Ambos fueron llevados al hospital por la Cruz Roja.

Además, en Guísamo también se registro ayer, por la mañana, un accidente que causó retenciones en la N-VI y en el acceso a la autopista.