La Voz de Galicia

Los Enemigos «reviven» en Riazor

A Coruña

Javier becerra a Coruña

Los Enemigos y Kiko Veneno, sobre el escenario del Noroeste

El grupo madrileño dejó un momento para la Historia del Noroeste Pop Rock tocando «Revolution» junto a Kiko Veneno

12 Aug 2013. Actualizado a las 14:21 h.

Dos de las personalidades más robustas del rock español de las tres últimas décadas se fundieron en la última jornada del Noroeste Pop Rock. Y no lo hicieron solo en el cartel. Kiko Veneno y los renacidos Los Enemigos se mezclaron, y revueltos atacaron un clásico entre clásicos: Revolution de The Beatles. A su manera la moldearon, reivindicando un mito del rock y dejando para la historia un momento único en el festival de la playa de Riazor, de esos que se recordarán con el tiempo.

Fue una gran noche que arrancó tempranera, aún con el sol cayendo en Riazor. Primero el explosivo rock n? roll clásico de los compostelanos Doctor Gringo. Después el sólido blues-rock de los coruñeses Moondogs Blues Party. Ambos hicieron de aperitivo, reivindicándose como dos valiosas propuestas dentro del cosmos musical gallego. En ambos casos merecían mucho más público.

Entonces serían unas 250 personas las que se habían acercado a Riazor. Al final, con Los Enemigos, superarían las 25.000, según el Ayuntamiento. Todos ellos experimentaron en sus carnes el inicio trotón, roquero y enredador del instrumental El ataque de los hombres Bruster. Le siguió el mítico guitarrazo de Paracaídas y, de ahí en adelante, los fans hicieron una travesía por la historia de uno de los mejores grupo del rock nacional.

Unos tras otro cayeron mitos como Esta mañana he vuelto al barrio, Yo el rey, Desde el jergón, No amanece en Bouzas o Septiembre. Y sonaron tan vigentes como en su fecha de edición, demostrando que el legado del grupo de Josele Santiago tiene aún mucha vida.

Antes, Kiko Veneno serpenteó por su cancionero irradiando buenas vibraciones en toda la playa de Riazor. Vestido él mismo y toda su banda con monos de pintor, arrancó con El lobo López y se paseó después por maravillas como Superhéroes de barrio o Atrapado por el blues de Memphis, que enredaron al público con su sonido acústico bailable.


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