La Voz de Galicia

«Se tomarán las decisiones que haya que tomar», asegura el alcalde de A Coruña

A Coruña

15 Feb 2014. Actualizado a las 07:00 h.

El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, apuntó ayer en Radio Voz a la posibilidad de recurrir a la mano dura, pero descartando que vaya a hacerlo de modo inmediato y sin ponerle fecha a posibles ceses en el Ayuntamiento vinculados a la operación Pikachu.

«No voy a tolerar ningún hecho delictivo, no le he hecho y no lo voy a hacer. Estoy muy encima del tema y no me va a temblar la mano si hay que tomar alguna decisión sobre esto», dijo el regidor, que insistiría después en que «se tomarán las decisiones que haya que tomar» y que en todo caso todas ellas han de ponderarse «con justicia, no precipitándose».

El regidor insistió en el sosiego y en la necesidad de tiempo para estudiar «una enciclopedia por tomos». Recuerda también que la situación procesal no ha variado y que en el sumario aparecen nombres de personas que ni están investigadas. «No hablamos de hechos probados», sostiene en relación a que no ha terminado ni la fase de instrucción.

Negreira insistió también en la necesidad de «separar la paja del grano», de no mezclar lo que ocurre en A Coruña con lo que se ve en otros sitios en los que sí aprecia presuntos hechos delictivos.

Además, aprovecha para cargar contra el anterior gobierno local y específicamente contra los nacionalistas. «El BNG adjudicó 10,5 millones en cuatro concejalías», apuntó, y afirmó que entonces había 17 contratos en vigor con las firmas del grupo Vendex, cuando ahora solo quedan cinco.

El primer edil entiende que, con lo que se está haciendo público, «muchas cosas produzcan indignación» y entiende que «el estado de ánimo que genera no es nada positivo».

Negreira había pedido tiempo cuando estalló la operación Pikachu, hasta que se hubieran producido las declaraciones, para pronunciarse y tomar decisiones. Acabado ese plazo todavía no lo ha hecho pese a la insistencia diaria de la oposición en que nada tienen que ver los tiempos políticos con los judiciales. María Pita espera próximos movimientos.


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