¿La hamburguesería más antigua de la ciudad?

«Exclusivamente como hamburguesería creo que no hay otra que lleve tanto tiempo abierta como la nuestra en A Coruña», comenta Puri Vidal, propietaria junto a su marido, Julio Ansede, del establecimiento Jumbo H-1, un negocio clásico de los Mallos que la semana que viene cumple 40 años. En la esquina de la calle Eusebio da Guarda con Capitán Juan Varela se puede decir que existe un templo de las hamburguesa sola, con queso, o completa, como se hicieron siempre y que, a pesar de que es una comida que ahora está en tendencia, aquí se preparan igual desde 1975. «Nada de pepinos, ni sésamo en el pan», sentencia Puri. «Lo único que añadimos a la carta fueron los pepitos, los bocadillos de bacon o los sándwiches, todo muy tradicional», apunta. No tienen pensado celebrar los 40 de manera especial. «Estuvimos pensando, pero no se nos ocurrió nada», dicen. Me cuentan su historia. Julio descubrió las burguers y las salchichas tipo fránkfurt (en el luminoso del local todavía figura este nombre que antes era más común) trabajando en el desaparecido Hut, en la calle San Nicolás. «Su hermano, que vivía en los Mallos, localizó este bajo, que todavía estaba en obras», recuerda Puri. Faltaba buscar un nombre para el negocio y se quedaron con el que aparecía en el periódico sobre un avión. Lo más curioso es que uno de sus dos hijos es piloto de aviación y empieza a trabajar en enero en una compañía aérea. Estaba predestinado con unos padres trabajando cuatro décadas en Jumbo. El otro hijo es informático y echa una mano con la plancha. Recuerdo hace muchos años pedirle a Julio una hamburguesa con queso y siempre me preguntaba «¿Sola con queso?». Un negocio de barrio con mucha solera y sin cebolla caramelizada ni carne de kobe. Aquí, o de sempre. «Vamos a continuar porque a mi marido no, pero a mí me quedan todavía años para jubilarme», anuncia Puri con la misma sencillez que sus hamburguesas.

Adiós a la refinería

Al que ya le llegó el tiempo de la jubilación es a Carlos Gómez Tenreiro, trabajador de la refinería durante los últimos 34 años. Un profesional muy querido al que sus compañeros despidieron con una comida en el Pazo Villariza. Carlos se lleva el cariño de todos y varios regalos para que los tenga siempre presentes.

El futuro del pádel

Las nuevas generaciones de jugadores de pádel vienen pisando fuerte. Cada vez hay más afición y mayor calidad entre los jóvenes. En los últimos días la Federación Gallega de Pádel, que preside Manuel Fernández Prado, organizó en el Coruña Sport Centre de Matogrande el campeonato autonómico de menores en el que participaron 42 niños y 33 niñas en cuatro categorías, júnior, cadete, alevín e infantil. En la imagen, con el presidente de la federación, aparecen las flamantes campeonas júnior, las coruñesas Laura Galán Roca y Raquel Vara Pernas. «Era la primera vez que acudía a un campeonato de menores y fue duro. Estoy muy agradecida a mi entrenador, Fernando Aldao», comenta Laura.