Los técnicos achacan el sobrecoste de la reforma del estadio de Riazor a las prisas
A Coruña
La falta de tiempo para redactar los proyectos dificultó el control de los cálculos. La factura de las obras, cuya inversión total pasa de 7,2 a más de 8 millones de euros, tiene fecha de marzo, pero no trascendió hasta la semana pasada
06 Nov 2019. Actualizado a las 10:25 h.
Las prisas para planificar la reforma del estadio de Riazor fueron el principal motivo del sobrecoste detectado en las obras, que asciende a 943.774 euros. Esa es la opinión de los técnicos municipales que colaboran en la investigación abierta por el gobierno local con el fin de esclarecer si el Ayuntamiento de A Coruña debe pagar el encarecimiento de los trabajos, que eleva la inversión total en las cubiertas del estadio de 7,2 a más de ocho millones de euros.
Según han explicado los técnicos, los trabajos tuvieron que planearse en un espacio de tiempo muy corto para una reforma de tales características, con el fin de minimizar las molestias durante la temporada liguera, por lo que no se pudo realizar un control exhaustivo de todos los cálculos.
A esa dificultad se añade el hecho de que se trataba de una obra de rehabilitación, por lo que no se conocía con exactitud, de acuerdo a los planos existentes, de qué puntos se iban a poder colgar algunas estructuras. Esa falta de información, que no se palió con un análisis detallado en la fase previa de los trabajos a causa de las mencionadas prisas, desencadenó problemas durante la ejecución de los trabajos.
El resultado final es un sobrecoste del 12 % sobre el precio inicial de las obras. La ley permite desviaciones de hasta el 10 % en la liquidación final de los trabajos. El 2 % adicional, unos 160.000 euros, se justificaría en base a la premura para redactar los planes de obra. A falta de que el gobierno local finalice el procedimiento que ha abierto, esa circunstancia no parece achacable a la empresa adjudicataria de la reforma, por lo que todo indica que el Ayuntamiento deberá pagar todo el sobrecoste.
La existencia de dificultades en la obra ya se insinuó cuando se multiplicó por más de dos el plazo de ejecución, de 90 a 199 días. Así, los trabajos que iban a realizarse durante el pasado verano, en el parón liguero, se prolongaron hasta mediados de diciembre. Pese a esa evidencia, el gobierno local anterior rechazó confirmar si se había producido un sobrecoste, y señaló que se sabría cuando se firmase la certificación final de los trabajos.
La dirección de obra cumplió ese trámite el 2 de mayo, pero el anterior ejecutivo siguió sin hacer pública información alguna.
Las causas del sobrecoste
En la memoria de la certificación final se enumeran los motivos concretos del incremento de precio. Algunas son consecuencia de la necesidad de alargar las obras. Así, el coste del dispositivo para paliar las afecciones de tráfico, previsto inicialmente en algo más de 97.000 euros, terminó siendo de más de 201.000, ya que fue se mantuvo durante más del doble de tiempo que se había planeado.
En otros casos fue necesario modificar distintos elementos, como los soportes de las juntas de dilatación de la cubierta, durante la ejecución de los trabajos.
Otra fracción importante del incremento del coste deriva directamente de la falta información provocada por las prisas a la que se han referido los técnicos durante la investigación. Por ejemplo, fue necesario ampliar los trabajos de demolición porque algunos elementos de hormigón «se encontraban ocultos» y su geometría «no pudo anticiparse en la fase de proyecto». Es el caso del contrapeso de hormigón ubicado en el voladizo de la cubierta, que se encontraba «oculto por la chapa y cuyas dimensiones se desconocían».
La factura de las obras tiene fecha de marzo, pero no trascendió hasta la semana pasada
El sobrecoste de la reforma de Riazor no se hizo público hasta la semana pasada, cuando el ejecutivo del PSOE inició los trámites para disponer de los 943.774 euros que reclama la constructora.
En el Ayuntamiento se sabía del aumento de coste desde hacía meses. La certificación final de la obra, en la que se detallan todos los gastos, se firmó el 2 de mayo, menos de un mes antes de las elecciones municipales. Pero incluso tuvo que conocerse antes, ya que la factura del sobrecoste fue tramitada por el Ayuntamiento el 21 de marzo del 2019.
El anterior gobierno local de la Marea Atlántica no hizo públicos esos datos en ningún momento. Aunque sí organizó una inauguración oficial de las cubiertas el 5 de marzo, justo un día antes de que empezase el período de sombra de la precampaña, en el que están prohibidos esos actos.
«Todo o rigor técnico»
El gobierno del PP (2011-2015) había dejado unas obras contratadas para reformar las cubiertas, pero la empresa se negó a ejecutarlas si no se ampliaba el presupuesto. Pese a los informes técnicos, la Marea anuló el contrato sin exigir compensación. En febrero del 2017 un temporal se llevó parte de la cubierta y, ante las críticas, el gobierno local lanzó como su proyecto estrella una reforma millonaria. Fue redactada, licitada y adjudicada en solo nueve meses. En noviembre del 2017 fue publicitada en una gran rueda de prensa con recreaciones virtuales. Se destacó el «rigor técnico» del anteproyecto para «no repetir errores del pasado» y evitar «problemas en la fase de ejecución». Los hubo.