Vila de Rutis, un colegio que destiñe

Que los niños se ensucien jugando entra dentro de la normalidad, que vuelvan tiznados porque una instalación del colegio destiñe no lo es tanto. Pero es lo que sucede en el colegio Vila de Rutis de Culleredo, el más nuevo del municipio y que abrió sus puertas en septiembre del 2018.

El suelo de caucho del parque infantil mancha tanto la ropa como las extremidades de los pequeños. «É bastante grave», indican desde la AMPA Lavandeira, desde donde se asegura que se desconoce si puede haber algún tipo de toxicidad y, además, se remarca que «solta uns pigmentos, e desgasta a roupa, que queda inservible, porque non da». Este problema se denunció desde el primer momento, desde que se inauguró el centro, pero todavía no se ha conseguido una solución, aunque los padres reconocen que, ante las quejas, la Xunta realizó tres limpiezas. «Botaron chorro de auga e xabón, pero segue manchando».

La Consellería de Educación asegura que están «en contacto co fabricante para buscar algún tipo de acabado que evite eses problemas». La AMPA presentó la última reclamación en el registro de la Xunta a principios del mes de abril del año pasado, pero todavía no han recibido ninguna respuesta por parte de la Administración.

«As familias xa mandan aos nenos de negro ou azul escuro porque se van ao patio e van con algo clariño queda desfeito», asegura un padre de un centro que tiene 185 alumnos, de los que unos 75 cursan infantil. Además, los días de calor el suelo suelta un fuerte olor a neumático, indican desde la AMPA, cuyos miembros realizaron un estudio sobre ese material e inspeccionaron los parques de Culleredo constatando que en ninguno se producía un problema similar.

Defectos de obra

No fue el único defecto de construcción, desde la AMPA siguen denunciando que fallan muchas veces las puertas de acceso, por lo que «a conserxe ten que estar superpendente das portas para que non escape ninguén».

También, destacan que el centro continúa con luz de obra, con un cuadro eléctrico provisional; que no cumple la normativa de accesibilidad, con varios accesos y salidas de emergencia que consideran impracticables para una persona con movilidad reducida; falta de la capa final de tierra vegetal en la zona ajardinada tal como recoge el proyecto, encontrándose el jardín lleno de restos de obra; y que la zona de cemento que rodea todo el centro y pistas deportivas se deshace con el simple uso soltando gran cantidad de polvo gris. Los padres resaltan que aunque la Xunta duplicó de dos a cuatro los juegos del parque infantil, los siguen considerando insuficientes.

Petición de otro acceso para los pequeños

Padres de los alumnos de infantil del Vila de Rutis cuestionan el acceso de los más pequeños. Indican que es complicado y que los niños se mojan. Los niños no entran por la entrada principal, sino que bordean el edifico para entrar directamente a sus aulas. No hay un voladizo que los ampare hasta llegar a una zona de porche desde las que pasan a sus aulas. Algunos padres critican que bajo la premisa de que no se mezcle la entrada del alumnado de primaria e infantil, los pequeños, que matizan, son los que tienen más dificultades para caminar, tienen que rodear el colegio por el tramo más largo, a la intemperie. «A veces llegan totalmente mojados», indica un padre con dos pequeños en el centro, que dice que cuando llueve tienen que cambiarlos de ropa al llegar porque se calan.

Estos padres dan como opciones para solucionar el problema que «entren los peques 15 minutos después de los de primaria, instalar un biombo en la entrada para dividir la puerta en dos, poner un tejadillo o bordear el colegio por el lado más corto».

Sin embargo, la directora del centro, Eladia Cabanas, indica que ya dio explicaciones a principio de curso, y que se deben separar la entrada de infantil y primaria. Matiza que el alumnado de infantil tiene un porche enorme para estar a cubierto y el acceso a las aulas es por allí.