La Voz de Galicia

Puga y Parga, primera obra de calado a pesar del virus

A Coruña

Xosé Gago A Coruña

El nuevo carril bici ha quedado listo, y hay otras 13 obras públicas en marcha

01 May 2020. Actualizado a las 05:00 h.

La remodelación de la calle Puga y Parga con la incorporación de un carril bici es, tras quedar lista la escalera de General Rubín, la primera obra pública de calado que finaliza en el confinamiento. El proyecto, que es el primer tramo de la ronda peatonal y contaba con un presupuesto de casi 74.000 euros, quedó listo ayer. Como las otras 13 que están en marcha, se vio interrumpida cuando el Gobierno central reforzó el estado de alarma.

Entre los otros trabajos que se están ejecutando destacan dos por su importe económico: la construcción de una rotonda en Ramón y Cajal (502.000 euros), y la demolición del viaducto de la ronda de Nelle y urbanización del cruce con la avenida de Finisterre (1.035.551 euros).

Aunque la segunda pueda parecer más compleja en el plano técnico, por ahora se está desarrollando dentro de los plazos previstos. Ya se ha empezado a trabajar en las nuevas aceras, y todo indica que el avance será rápido. No ocurre lo mismo con la construcción de la glorieta, que sufrió retraso, aunque ya está prácticamente finalizada. Tan solo restan trabajos de señalización vial que se han visto afectados por las últimas lluvias.

MARCOS MÍGUEZ

También está casi lista la reforma del tramo final de la calle Ramón Cabanillas, que contaba con un presupuesto de ejecución de 132.430 euros. Al mismo tiempo se trabaja en otros proyectos, como las mejoras de la eficiencia energética del barrio del Castrillón, licitadas por 216.000 euros, o el saneamiento separativo de la calle Atenas, que fue adjudicado por 130.600 euros.

Por otra parte, ayer comenzó la construcción de la reclamada cubierta del San Francisco Javier. Los padres de los alumnos que acuden a ese centro escolar llevaban años exigiendo la puesta en marcha de esos trabajos, que permitirán a los pequeños salir al recreo incluso cuando llueva.

MARCOS MÍGUEZ

 


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