Tanxugueiras: ¿Riazor o María Pita?

Inés Rey rivalizó el sábado con Ana Peleteiro sobre el tuit de enfado más ocurrente y difundido respecto a lo ocurrido en el Benidorm Fest. Recordemos: «¡Qué escándalo! Si digo lo que pienso, me cierran la cuenta (y si cuento lo que están diciendo mis hijos, me quitan la custodia!) #forzaTanxugueiras Sodes as mellores!». Las risas fueron instantáneas. Ver a una alcaldesa desmelenarse así fuera del rigor institucional, sin que huela a postureo calculado por el community manager de turno, sorprende. Notar que captaba el sentir de la mayoría de los coruñeses que a esas horas estaban gestionando su enfado, más. De inmediato, saltó la reflexión: «Vendrán a las fiestas, ¿no?». Y más allá de los gustos personales de nuestra regidora, que obviamente no pueden decidir la programación, todo apunta a que esta vez se estaba canalizando un clamor popular: la gente está enamorada de Tanxugueiras.

La cosa ya venía de atrás, pero el pasado fin de semana se metieron en los hogares (y los corazones) de miles de personas. Su propuesta, más allá de la teórica actualización del folklore por la electrónica y todo lo que ello supone, emociona. Sin más. Terra se mete. Queda. Y no sale. El mensaje llega nítido y con potencia. Suena auténtico. Es una de esas canciones que se tararea de manera inconsciente. Que se canturrea en modo automático. Y justo cuando hay que echar el grito definitivo...., bueno, a lo mejor la oficina no es lugar para ello.

Por eso la duda ahora es si estarán en Riazor o María Pita. Antes del bum, los responsables de Pelícano ya estuvieron avispados. Las contrataron para el próximo 26 de febrero. Está todo vendido. Quien no tenga entrada tendrá que esperar al verano. Sería extraño que no cayesen por aquí.