Gloria Franco Rubio: «El ser humano sale adelante, la frustración es que no lo parece»

La historia no se repite, pero puede ser la magistra vitae nombrada por Cicerón, por muchos años que pasen desde la fuente hasta la actualidad miope que la invoca. Tantos como los 500 transcurridos desde el período que la especialista Gloria Franco Rubio, catedrática de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid, explicará en A Coruña este jueves, a las 20.00 horas, en el marco del ciclo de conferencias organizado por la Fundación Barrié en colaboración con el Museo de Prado. La historiadora tituló la charla Europa en el siglo XV: el triunfo de la primavera sobre el otoño medieval, con un guiño al historiador holandés Johan Huizinga y su influyente El otoño de la Edad Media, y otro al pintor florentino Boticcelli y su celebrada alegoría.

—¿Cabe esperar una primavera después de estos tiempos extraños?

—Hay similitudes. La incertidumbre, el miedo a lo que nos viene encima, a cómo afectará a nuestros sueños y nuestras libertades, esos temores también están presentes en el siglo XV y en el salto del XVIII al XIX, cuando se produce la quiebra del antiguo régimen y se instaura la sociedad liberal burguesa, una época de paradojas y contradictoria, de transición, también, como esta.

—¿Hacia dónde?

—Quién lo supiera. No lo vemos porque estamos dentro de ella, pero todos los cambios tecnológicos, las redes sociales, el sistema de compras, el teletrabajo, se irán cruzando poco a poco y traerán una sociedad diferente. Y no sabemos bien cómo vamos a bandear los peligros, porque Internet, por encima de sus grandes beneficios, se está revelando un arma de los poderes hegemónicos, desde controlarnos todo hasta manipular la realidad como vimos en las elecciones en Estados Unidos o en el brexit. La esperanza es que el ser humano siempre sale adelante. La frustración es que no lo parece.

—Sin la noción del progreso ya.

—Sí, todas las épocas tienen claroscuros. Nos hemos dado cuenta de que esa idea válida durante siglos según la cual la humanidad caminaba hacia el progreso no lo es. Damos un paso adelante y dos pasos atrás. El Renacimiento fue un movimiento positivo, de florecimiento de las artes y de la política, con una sociedad muy jerarquizada, con privilegiados, otros sin privilegios pero que podían vivir bien, y también marginales y perseguidos. En algunos aspectos fue peor que la Edad Media, para las mujeres, por ejemplo.

—¿Qué perdieron?

—Autoridad. Había comunidades dedicadas a las personas necesitadas, los beguinatos. Algunas mujeres empezaron a escribir o eran curanderas, sanadoras, parteras, tenían conocimiento y experiencia y desarrollaban una labor muy importante. Pero todos los tratados sobre el parto está escritos por hombres. Se apropian de sus saberes, les impiden estar en los gremios y les imponen un control para que sigan trabajando pero bajo licencia.