La Voz de Galicia

Juan Díaz Villoslada, sobre su dimisión como concejal en A Coruña: «Venía notando falta de confianza para afrontar proyectos de alta complejidad y relación institucional»

A Coruña

David García A Coruña

La oposición censura la falta de estabilidad del gobierno local y reconoce el talante y la labor desempeñada por el exedil

08 Mar 2022. Actualizado a las 23:10 h.

Las reacciones a la dimisión del concejal de Urbanismo y Movilidad de A Coruña, Juan Díaz Villoslada, no tardaron en llegar. Desde el propio equipo de gobierno del que hasta ayer formaba parte y desde la oposición hubo palabras para valorar su decisión. Pero eran las del propio afectado las más esperadas.

Juan Díaz Villoslada analizó su salida del gobierno local con la firmeza de una decisión madurada durante un tiempo y con cierto sabor amargo por la falta de avances en proyectos de gran calibre en los que cree que faltó decisión. En declaraciones hechas en la mañana de este martes sobre los motivos que le llevaron a su salida, abordó las diferencias con la alcaldesa y su equipo de confianza, aunque sin citar a nadie en particular.

«Es razonable que en cualquier grupo de trabajo o equipo de gobierno haya concordancias y discrepancias, pero es cierto que esta situación en la que las distintas formas de ver algunos aspectos de la gestión de la ciudad, tanto asuntos internos como externos, haya ido aumentando y que minen a uno en esa fuerza que hay que tener para llevar los temas más importantes del área día a día en urbanismo, movilidad o vivienda. Se necesita mayor integración o mayor confianza del equipo de gobierno», dijo.

«¿Me he sentido desplazado? Sí, no voy a ocultarlo. ¿Que mi decisión de ayer que se materializa hoy es consecuencia directa de ese proceso del domingo? No, es una cuestión que vengo analizando desde hace tiempo, pero algunas decisiones que se tomaron el domingo lo que hacen visualizar esa discrepancia», explicó sobre si su exclusión de la nueva ejecutiva del PSOE coruñés había sido el detonante.

—¿Cómo analiza su decisión?

—No es fruto de una decisión repentina, es el resultado de un análisis durante un cierto tiempo de cómo la situación va evolucionando y llega el momento en que uno toma la decisión. No porque haya un detonante específico fuerte, sino porque el escenario es distinto y si toca dar un paso a un lado se da y ya está.

—Ha dicho que se sintió desplazado. ¿Ese cambio de escenario influyó en la actividad del área?

—El desplazamiento significa cada día sentirte un poco más alejado del conjunto de decisiones que se iban tomando. Había proyectos que tenían ritmos más lentos o que no sabía si se podrían lanzar. Cuando hay falta de suficiente comunicación, es cuando uno ve que no hay ese equipo compacto al menos respecto a mi posición para seguir trabajando. En proyectos de alta complejidad técnica o de relaciones institucionales, en los que hace falta poner toda la carne en el asador venía notando falta de confianza para poder afrontarlos, no desconfianza.

—¿Ha sentido que alguien le haya fallado?

—No, no es la situación de un compromiso inicial que no se respeta, es un deterioro progresivo de las relaciones de confianza y de connivencia a la hora de impulsar los proyectos. Cuando estás en temas que tienen mucha relación institucional y costes presupuestarios altos, entiendo que hay unas negociaciones presupuestarias y personas que quieren liderar de una determinada manera los equipos de dirección del gobierno con los que uno puede no estar de acuerdo.

—¿Se arrepiente de haberse embarcado en este proyecto?

—En absoluto. Me despedí de los equipos técnicos con los que he trabajado y no me puedo arrepentir. La posibilidad que he tenido de gestionar y desarrollar proyectos en la ciudad, a pesar de la pandemia, ha sido una experiencia espectacular. Se han hecho cosas importantes, se han dejado encauzadas algunas y otras en las que hay mucho que hacer como la reordenación del puerto interior, Santa Lucía o cambios en la movilidad.

 

 

 


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