La Voz de Galicia

Luz Parrado, seis meses esperando una operación en el Chuac: «A dor non me deixa vivir e non cesa nin con medicación»

A Coruña

T. Rivas A Coruña

Desde el área sanitaria aseguran que estudiarán su caso y programarán su intervención «en función de su prioridad clínica»

30 Sep 2022. Actualizado a las 05:00 h.

Tiene un expediente médico lleno de patologías que le afectan a los huesos y a su vida, pero hasta el momento ni la osteoporosis, la escoliosis, la artrosis degenerativa ni la veintena de pastillas que tiene que tomarse cada día le habían impedido, aunque ya con ciertas dificultades, continuar con su día a día. En febrero todo cambió para peor. Luz Parrado sufrió una caída en casa que le provocó la fractura y el aplastamiento de las vértebras dorsales y tuvo que ser intervenida. Sin embargo, la recuperación no fue como debía y ahora «a dor non me deixa vivir», dice. Cada nuevo día está lleno de sufrimiento. «Non podo saír da casa soa. Levantarme da cama é unha odisea. Necesito axuda para todo, ata para vestirme, e o peor é que os síntomas non deixan de agravarse. A dor non cesa nin con medicación e emocionalmente é moi duro», asegura mientras espera y se desespera por una segunda operación que parece no llegar nunca. «Interpuxen máis de vinte reclamacións explicando que o deterioro vai a peor. A última vez que me veu o traumatólogo, alá por marzo, foi cando me dixeron que tiñan que volver a operarme, pero sempre me responden co mesmo, que non hai quirófanos», explica. 

Desde el área sanitaria aclaran que, «los casos urgentes, como su nombre indica, se atienden de forma inmediata», pero que de todos modos estudiarán «el caso concreto y sus particularidades para que el servicio de traumatología programe la intervención en función de su prioridad clínica». De hecho, el departamento de traumatología es uno de los que acumulan más demora en el Chuac (solo el de oftalmología tiene una lista de espera mayor), en gran medida, porque fue uno de los servicios que durante la pandemia cedieron su planta para tratar a los enfermos de coronavirus. Para tratar de reducir los registros de pacientes pendientes de una operación, desde la gerencia del área sanitaria se ha implementado un plan de choque que pasa por intensificar las peonadas para que los quirófanos puedan funcionar también en horario de tarde. 

«Algo non ía ben»

Luz Parrado tuvo que estar ingresada durante un mes antes de someterse a una cirugía en la que le insertaron «catro clavos de platino en cada costado». Una vez recibida el alta hospitalaria empezó con las curas en el centro de salud de O Ventorrillo, donde se percataron de que «algo non ía ben e mandáronme para urxencias». «No informe pon que a ferida non pecha no tercio distal da columna. Volveron a abrir, limpar e pechárona de novo», narra. El traumatólogo la vio ocho días después, a finales de marzo, y le dijo que tendría que volver a pasar por el quirófano porque «algúns clavos desprendéronse e outros desviáronse». Seis meses después sigue a la espera de esa operación y reclama que «non sexamos os doentes os que pagemos a falta de recursos porque esto é un sinvivir».

 

 


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