Tomás Romero: «El "Ni tú ni nadie" de Alaska es infalible, baila todo el mundo»
A Coruña
Ferrolano afincado en la Marina, el fundador de Mas Music celebra el 20.º aniversario de la empresa con más de 150 eventos
02 Apr 2023. Actualizado a las 05:00 h.
En la primavera del 2003 pinchó por primera vez en una boda. «Empecé en las de mis amigos, iba de invitado y después me ponía a trabajar», recuerda sonriente Tomás Romero García, fundador de la empresa Mas Music. Este año conmemora su 20.º aniversario con más de 150 eventos contratados. «La mayoría son bodas, y el resto, inauguraciones y fiestas de 40 o 50 cumpleaños. Ya somos cinco disyoqueis que nos repartimos el trabajo. Todos podemos hacer de todo, pero tener en el equipo a gente más joven te permite que, por ejemplo, si unos novios quieren que suene música electrónica va el que es más especialista», comenta este ferrolano afincado en la Marina desde hace ocho años. Por el hilo musical del Copacabana suena la última de Shakira y Karol G mientras me cuenta el viaje que hizo justo antes de la pandemia por las ciudades del Misisipi donde nació su amado rock and roll. «Con ABBA, Raffaella Carrá o Loquillo nunca fallas. Y el Ni tú ni nadie de Alaska es infalible, baila todo el mundo, desde los que tienen 20 a los de 70 años», reflexiona. Quedamos el miércoles y da la casualidad de que justo hace seis años se casó en Las Vegas. «La mía fue una boda triple, primero por lo civil, después, con otras dos parejas que nos acompañaron, en Estados Unidos y, a la vuelta, fiestón para 80 personas en el Playa. En Las Vegas, cuando entramos en el lugar donde nos casamos, sonó Lo conseguí de Los Flechazos», recuerda.
Mano izquierda en la pista
Tiene 46 años, pareja y dos perros. Antes de animar todo tipo de saraos de manera ambulante puso música en diferentes pubs y hasta llevó uno a medias con un socio. Ahora está centrado en su empresa. «Durante la semana hago con mi suegro las mesas artesanales en las que instalamos los equipos, que quedan muy chulas (me enseña fotos en el móvil). También visito sitios donde se celebran bodas para la labor comercial y voy a ver otros donde estamos contratados para pinchar dentro de algún tiempo e ir haciéndome una idea. Los novios nos llaman entre seis y diez meses antes», relata. Dice que más o menos el 70 % de lo que pone en una boda le gusta. «Me encanta cuando pinchas una canción y la gente sale a la pista. Lo malo es cuando avanza la noche y la gente se empieza a acercar a tu mesa y tu ordenador con la copa en la mano y diciendo “no te preocupes, que yo controlo”. Hay que tener mucha mano izquierda y estar en un perfil más bajo que las personas que están aceleradas, que es, por otra parte, lo que tienen que hacer porque están de celebración. La clave es estar sereno», analiza.
Marcha nórdica
Le gustan el soul, el rock, y en casa suenan vinilos que colecciona, pero no a demasiado volumen. «Por la calle nunca llevo cascos, prefiero los sonidos de la calle. Estoy pendiente de los temas que están de moda porque las parejas jóvenes cada vez piden mas reguetón, C. Tangana o Rosalía», destaca. Lo de Tomás es la marcha en todos los sentidos. Tres veces por semana practica con los bastones marcha nórdica y es el vicepresidente del club coruñés que el mes que viene viaja al campeonato de España que se celebra en Almería. «Solemos ir por la zona de la Torre y practicar unos cinco o seis kilómetros. En la competición es el doble, más o menos», explica. Su vicio confesable son las tortillas. Conoce al dedillo los grandes éxitos del rock clásico como los bares donde sirven las mejores raciones. Fuma vapor. «No tiene ni nicotina», dice sobre el cigarro electrónico que usa. «En las bodas hubo un punto de inflexión cuando se prohibió fumar. Había más gente fuera que en la pista», dice. Una persona sociable con el que es sencillo llevarse bien. «A veces le doy demasiadas vueltas a las cosas», confiesa este disyóquey que cuando pincha Turnedo de Iván Ferreiro, Estadio Azteca de Calamaro o el mítico New York, New York de Sinatra es que la fiesta se está terminando.