La Voz de Galicia

Agustín Collazos: «Ahora los turistas dicen que nuestro clima es el mejor»

A Coruña

Pablo Portabales Pablo Portabales A Coruña
Agustín Collazos,  director del hotel NH Collection Finisterre de A Coruña.Agustín Collazos, director del hotel NH Collection Finisterre de A Coruña.

Oriundo de Zamora, el director del hotel NH Collection Finisterre vivió en once ciudades

19 Nov 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Dice que es un enamorado de su trabajo. Y se le nota. «La primera vez que entré a trabajar en un hotel tuve una sensación de enamoramiento. Incluso se lo dije a mis padres. Como estudié Administración de Empresas y Finanzas, siempre pensé que acabaría en un banco, pero...», recuerda Agustín Collazos Martín, director del hotel NH Collection Finisterre y de Hospeco, la asociación hotelera coruñesa. Llegó a nuestra ciudad en el peor escenario y con el hotel casi vacío y charlamos esta semana en la que su hotel está lleno gracias a la exposición de la Fundación Marta Ortega Pérez. «Aterricé justo cuando fue el caso Fuenlabrada y sus positivos por covid. Mi primer año y medio en A Coruña fue muy duro. La pandemia me enseñó a valorar lo que tengo, tanto a nivel personal como profesional. Ahora, este 2023, estamos en un gran momento. Está habiendo cantidad de congresos gracias al trabajo continuado de entidades como el Convention Bureau y de mis predecesores en Hospeco, Rafa Benito o Pedro Marfany. Hay marcas de hoteles interesadas en instalarse aquí y creo que hay que ir hacia un crecimiento sostenible y ordenado», resume. Hablamos en el café Auria de la plaza de San Pablo. Viste con chaqueta y corbata. «Me gusta llevarla, creo que es algo que queda bien y es bonito. Los directores somos la imagen del hotel y de la ciudad. Pero, de vez en cuando me la quito», comenta sonriente.

 

Zamorano medio coruñés

Nació en Madrid, aunque sus padres son de origen extremeño. Vivió en Zamora, donde conoció a su mujer, desde los 10 hasta los 23 años, y estudió la carrera en Salamanca. Por motivos laborales y familiares, vivió en 11 ciudades diferentes. «Soy zamorano y me siento coruñés adoptivo. Mis mejores amigos están en Cerceda. Siempre ha habido algo que me une a esta ciudad. Ser una península es una ventaja absoluta, por eso todo el mundo quiere entrar. Ir andando hacia el hotel y pasar por la Marina me carga las pilas», confiesa Agustín, que pasa su segunda etapa profesional en A Coruña. En el 2001 lo destinaron al departamento de administración del hotel Atlántico y estuvo año y medio aquí. «Me encanta el fútbol, soy del Real Madrid y del Deportivo porque en aquella época el equipo se concentraba en este hotel, y algo del Málaga, de la etapa que pasé allí», rememora. Ahora tiene 48 años y dos hijas de 4 y 2, la pequeña nacida aquí.

 

El contacto con la gente

Lleva 25 años de profesión y tiene claro lo que más le gusta de su trabajo: «El contacto con la gente es lo mejor. Si tuviese tiempo y fuese posible hablaría cada día con todos los clientes del hotel», reconoce. Asegura que lo que más le preguntan es por lugares donde comer bien. «Me piden que les diga sitios donde yo iría. Es curioso, cuanta más tecnología hay, más plataformas para buscar esas informaciones, más demandan la recomendación personal», reflexiona. Habla del potencial de la ciudad. «A los visitantes les encanta. Está rodeada de naturaleza, que es algo que debemos potenciar. Es muy bella estéticamente y te encuentras con edificios modernistas preciosos. El potencial económico es increíble y hay una oferta gastronómica y cultural tan interesante que hay clientes que alargan la estancia para quedarse a un concierto. Y, por si esto fuese poco, ahora los turistas dicen que nuestro clima es el mejor», destaca Agustín. Habla maravillas del equipo que tiene el hotel que dirige y de la instalación en sí. «Es como estar en un barco rodeado de mar. En la última reforma lo mejoramos, pero sin perder el empaque y la identidad que lo hacen diferente. Es un producto en sí mismo y un lugar donde pasaron muchas cosas y al que los coruñeses le tienen un cariño especial», analiza este hombre que reconoce que es muy observador, lo que a veces es un defecto. «Si en el hotel veo un desconchón, ya no me sale de la cabeza».


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