Un testigo del suceso mortal de A Coruña: «Lo vi de espaldas, llevaba una barra de hierro en la mano y andaba por las vías del tren»
A Coruña
La policía trata de reconstruir ahora el recorrido y las acciones que realizó Henry C. C. en la ciudad, así como la intervención llevada a cabo por el 091
27 Dec 2023. Actualizado a las 05:00 h.
La Policía Nacional mantiene abierta una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido el lunes en el polígono industrial de A Grela, en A Coruña, donde Henry C.C., cubano de 34 años aunque con nacionalidad española, murió a causa de los disparos efectuados por un policía nacional sobre el que supuestamente se abalanzó para atacarlo con una barra de hierro. Fuentes cercanas al caso señalaron este martes que, como es habitual en este tipo de sucesos, se ha iniciado una investigación interna «para saber lo ocurrido» ese día.
Varios agentes de la Policía Nacional trataban de interceptar a ese hombre tras ser alertados sobre las diez de la mañana de que un individuo «muy corpulento» estaba causando destrozos con una barra de hierro en varios vehículos en la calle Gambrinus. Henry continuaría, según estas fuentes, por la calle José María Rivera Corral y acabaría entrando en el recinto del IES Urbano Lugrís. Al verse perseguido por el 091, este hombre, de 34 años, saltaría por el muro que hay detrás del colegio y accedería a la zona de las vías del tren. Lo que ocurrió después fue el trágico desenlace. Al continuar por las vías en dirección a Meicende, los agentes le dieron el alto a la altura del Brico Depot. Ante la actitud agresiva del hombre, uno de los policías trató de retenerlo usando una pistola eléctrica táser. Pero eso no logró paralizarlo. «Estaba fuera de sí y en un estado de máxima agresividad», dicen fuentes cercanas al caso. Rápidamente, el agente sacó su arma reglamentaria y volvió a darle el alto mientras retrocedía ante la amenaza del supuesto agresor.
Cuando caminaba hacia atrás y debido a lo irregular del terreno, el agente perdió el equilibrio y cayó al suelo. Entonces, el hombre se lanzó hacia él con la barra de hierro en la mano, momento en que el agente efectuó varios disparos contra su agresor. Las fuentes consultadas explicaron que primero le disparó a las piernas, pero eso tampoco lo frenó, por lo que el agente volvió a disparar y uno de los tiros acabó con la vida del hombre. «Todo ocurrió muy rápido», dicen fuentes policiales, que sostienen que el agente actuó en defensa propia y no le quedó más remedio que disparar.
No obstante, aún quedan hechos por esclarecer. Marcos Franco Otero, secretario del comité local del Sindicato Unificado de Policía (SUP), señala que el individuo comenzó a ocasionar altercados horas antes: «Nos llegaron llamadas avisando de que había una persona golpeando el cajero del Banco Santander en la calle San Andrés. Posteriormente se dirigió por la avenida de Arteixo para terminar en la calle Severo Ochoa, en el polígono de A Grela». Franco dijo, además, que este hombre, cuya documentación situaba su residencia en en Madrid, llegó a A Coruña hace unas semanas. «Vino por Lonzas a pedir ayuda y lo derivamos a la entidad de Padre Rubinos. Pero en la calle era una persona extremadamente violenta». Los agentes ya conocían los antecedentes previos. «Hace unas semanas este hombre ya provocó altercados en la vía pública, pero entonces pudo ser reducido y fue detenido. En esta ocasión, los hechos sucedieron de otra manera», añadió el secretario local del SUP.
De la sucesión de hechos que terminaron con la muerte del hombre hay varios testigos. Oliver Méndez fue uno de los que pasó por las zonas próximas al lugar en el que se produjeron los disparos mortales. Es un surfista coruñés que iba de camino a Baldaio, en Arteixo, para hacer deporte cuando vio a un agente en las inmediaciones del instituto Urbano Lugrís. «Iba con el coche por la avenida de Arteixo muy despacito hablando con un amigo por teléfono y cuando llegué junto al instituto Urbano Lugrís vi a un policía nacional que tenía la porra en la mano. La puso en su sitio e intentó trepar un muro», explica Méndez, que reconoce que en un primer momento lo que pensó es que habría saltado la alarma del centro o que alguien habría entrado a robar. Solo vio a un agente. «Justo donde está el muro del instituto está la vía del tren y me fijé y vi al hombre que falleció, de espaldas y con una barra de hierro en la mano izquierda, caminando por las vías». Reconoce que pensó que era el presunto ladrón.
Corpulento
Este testigo, que coincide con otros en que el hombre que llevaba la barra era bastante corpulento, explicó que se enteró de todo lo ocurrido cuando regresó de surfear. Al parar en Arteixo, le comentaron que la Policía Nacional había abatido a una persona en A Grela. «Cuando yo los vi, el policía solo tenía una porra y el hombre iba por las vías del tren, e iría caminando hasta el lugar donde hubo ese enfrentamiento», entiende.