El espacio municipal de la Fábrica de Tabacos de A Coruña, sin uso y a medio acabar siete años después
A Coruña
El Ayuntamiento de A Coruña dice que «este año avanzará» en la definición del espacio, de 3.200 metros cuadrados, pero no ha dado detalles sobre los usos a los que se destinará
25 Jan 2024. Actualizado a las 05:00 h.
En una sala diáfana de la plaza de A Palloza el tiempo quedó congelado en abril del 2017. El espacio mide 3.200 metros cuadrados y ocupa un lugar privilegiado en la planta baja de uno de los edificios históricos con mayor significado de la ciudad. La Fábrica de Tabacos, cuna del movimiento obrero coruñés y de la lucha por la emancipación de las mujeres, se levantó en 1804 sobre los antiguos almacenes de los Correos Marítimos y 213 años después, en un estado deplorable amenazado por la ruina, se rehabilitó en virtud de un acuerdo entre la Xunta y el Ayuntamiento para adaptar el edificio como sede judicial.
Fruto de aquella cesión, firmada por el entonces alcalde, Carlos Negreira, y el vicepresidente (hoy presidente) de la Xunta, Alfonso Rueda, se reservó un espacio independiente para uso municipal, al que se planeaba trasladar el área de Urbanismo, inicialmente, y después, con el cambio de gobierno, el de Servizos Sociais, acomodado desde hace años en un inmueble de Cuatro Caminos sin la amplitud y las condiciones que requiere el servicio.
Entrada por Ramón y Cajal
Ya en el mandato de Xulio Ferreiro, el local se adaptó a las demandas que puso sobre la mesa el gobierno municipal. Debía ocupar una zona separada del resto de dependencias y disponer también de un acceso único e independiente del principal. Con ese propósito, la constructora modificó el proyecto original para abrir una entrada por la fachada que da a Ramón y Cajal. A lo largo de ese frente de 93 metros de longitud, desde la avenida del Ejército hasta la calle Abogacía, se dispone el recinto del Ayuntamiento, inaugurado el 1 de abril del 2017 después de tres años de obras en las que la Xunta gastó 16 millones de euros, la inversión más alta hecha nunca en una actuación judicial en Galicia.
La inauguración, sin embargo, no dio paso a la actividad. Sí lo hizo en la superficie destinada a Audiencia, Fiscalía y Menores (15.500 metros cuadrados), pero no en la sede municipal. Lo impidieron desacuerdos entre las Administraciones sobre bajantes, comunicaciones, detalles del proyecto de acondicionamiento y otros requisitos como la preceptiva licencia de primera actividad, que el Ayuntamiento denegó a la Xunta. Hasta septiembre del 2018, en que finalmente se hizo efectiva la entrega.
Así quedó todo. Cinco años después, el espacioso bajo de Tabacos sigue a medio terminar. Paredes con ladrillo a la vista, vigas y viguetas de acero en el techo sin rematar, pilares de hormigón sin revocar, suelo sin pavimentar... Y pocas expectativas de apertura. Por ahora no existe un proyecto en firme y mucho menos una fecha para el traslado de los servicios. «Daremos los pasos para darle uso público municipal a lo largo del 2023», señalaron fuentes de María Pita a finales del 2022.
A comienzos de este año, la respuesta apenas había variado: «Está contemplado avanzar en este tema este año», indicaron desde el gobierno de Inés Rey, que no dieron detalles sobre los usos a los que se destinará el espacio ni los pormenores de la intervención. «Se explicarán más adelante», puntualizaron.
Un local vacío de 3.200 metros en una de las zonas mejor urbanizadas de la ciudad
En el entorno de la antigua fábrica de Tabacos, «la ciudad ganó una nueva sede judicial, 20.000 metros cuadrados de espacios públicos, el aparcamiento subterráneo más barato de la ciudad y más de 160 viviendas de protección que se sortearon ante notario», subrayó un representante del Colegio de Arquitectos de Galicia sobre la operación que echó a andar en el 2013 con la firma del convenio entre la Consellería de Xustiza y el Ayuntamiento y cuatro años más tarde había elevado el precio de la vivienda en la zona a 2.500 euros por metro cuadrado.
En este nuevo ámbito a medio camino entre Cuatro Caminos, Ramón y Cajal y el Parque Europa, dotado con superficies comerciales, una oferta hostelera renovada y espacios urbanos de calidad, el Ayuntamiento busca usos para un local excepcional tanto por sus dimensiones como por la ubicación, accesibilidad y las posibilidades que ofrece a los servicios municipales.
De su destino inicial, que eran los seis departamentos de la concejalía de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, repartidos por toda la ciudad en el mandato de Xulio Ferreiro, el bajo de Tabacos pasó a ser con Inés Rey el candidato ideal para las oficinas de Servizos Sociais. El local, sostenían desde el equipo de gobierno, proporcionaría un entorno de trabajo funcional para unos 160 funcionarios, con la consiguiente mejora en la atención a los usuarios. Pero tampoco quedaron ahí las conjeturas. Otra posibilidad con la que se especuló apuntaba al traslado a Tabacos del Archivo Municipal, cuyo personal denuncia desde hace tiempo la precariedad de medios con que sacan el trabajo adelante.