Asier Mensuro: «En España hacemos hasta humor con Picasso, algo impensable en Francia»
A Coruña
La muestra Picasso protagonista que puede verse en Afundación reúne obras de 42 autores de cómic
11 Mar 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Hasta el próximo 25 de mayo se puede visitar en Afundación una exposición titulada Picasso protagonista en la que se analiza a través de la obra de 42 autores la relación de Picasso con el cómic o, mejor dicho, cómo ha tratado el noveno arte al genio malagueño, que siempre mostró cierto entusiasmo por las viñetas: «Era un loco de los tebeos e incluso hizo varios de joven. Además creo que su grafismo tiene mucho que ver con el cómic en cierta medida», asegura Asier Mensuro, comisario de la exposición.
—¿Cómo fue el origen de esta muestra?
—En el 2023 fue el 50º aniversario de la muerte de Picasso y se hicieron un montón de exposiciones. Afundación quería hacer algo también, y como lleva años apostando por el cómic dentro de su programación cultural me consultó la opción de hacer una exposición sobre la figura de Picasso relacionándola con el cómic. Pero me encontré con el problema de que justo un año antes el Museo Picasso de París dedicó una extraordinaria muestra precisamente a la relación del pintor con el cómic. Así que tenía que idear algo distinto. Me puse a mirar todo lo que se había hecho en cómic sobre Picasso y me di cuenta de que la visión que daban los autores españoles del artista era muy distinta a la que daban los franceses, anglosajones o japoneses. Ahí había tema. Podíamos analizar cómo vemos los españoles a Picasso cincuenta años después de su muerte a través de un medio de comunicación como es el cómic.
—¿Y cómo lo vemos? ¿Cuál es la diferencia entre la visión de los autores españoles y la de autores extranjeros?
—Para los franceses es siempre el Picasso que vive en París al principio de su carrera, que se debate entre el hambre y la genialidad. Pero no tocan, por ejemplo, la relación de Picasso con la Guerra Civil, lo cual es comprensible, no es su historia. Pero aquí es algo que tratamos de manera recurrente y muy amplia. Y otro ejemplo es que para los extranjeros en general Picasso es una vaca sagrada, un mito de la vanguardia al que le tienen un respeto reverencial. Los españoles, sin embargo, desmitifican su figura e incluso la tratan con humor, cosa impensable en Francia. Como la viñeta en la que se ve a un Picasso muy bajito gritándole a un gigante Braque: «¡Georges, has vuelto a firmar uno de mis cuadros!». Y Braque le responde: «Perdona Pablo, es que no hay quien los distinga». Eso fuera de España no lo encuentras. Y también se insiste mucho aquí en la relación de Picasso con otros artistas españoles, del Greco a Goya, pasando por Miró o Dalí. Incluso hay una referencia al cantante El Niño de Elche, que viene a ser el Picasso del flamenco, el gran vanguardista.
—Entre los autores hay varios Premios Nacionales de Cómic.
—Tenemos unos cuantos: Paco Roca, Max, Javier Olivares... Y Sergio García, que es Premio Nacional de Ilustración, además de ser uno de los artistas más cotizados internacionalmente que tenemos, gracias entre otras cosas, a sus trabajos para The New Yorker. Laura Pérez Vernetti también tiene un sinfín de premios, entre ellos el Eisner... Y me dejo muchos autores y con muchos méritos.
—Cuentan también con piezas elaboradas en exclusiva para esta exposición, como la de Sagar Fournier.
—Es una reinterpretación a gran tamaño del Pantocrátor de Sant Climent de Taüll, ante el que Picasso se quedó maravillado y a cuyo autor le llamó «mi contemporáneo». Hubo ahí un diálogo entre la vanguardia y el arte románico que Fournier representa en esta magnífica pieza de cuatro metros.
—Destaca una obra que desmonta de alguna manera al Guernica.
—Es una pieza muy interesante de Gay Lorente. Es un cómic expandido, es decir, un cómic que se ha liberado del formato tradicional del papel, que condiciona el lenguaje del cómic. Desde hace unos años en los que el cómic empezó a entrar en los museos, se ha intentado expandir el formato. Lorente cogió el Guernica y le fue quitando las figuras, de manera que le quedó un espacio vacío en el que se desarrolla la acción, lo que recuerda al proceso de creación del propio cuadro, porque las fotografías que existen de ese proceso nos muestran ese espacio vacío. Y sobre esa base, Lorente pinta a Picasso en el centro, en su estudio, con la bombilla del ojo del cuadro representando que está teniendo la idea del Guernica. Es decir, nos cuenta la acción de cuando a Picasso se le ocurrió el cuadro, y todas las figuras que lo compondrán están flotando por la estancia. Es algo que necesita el espacio de la sala, no podría verse en papel.
«Manel Cráneo conoce el medio mejor que nadie, es una buena elección para el Viñetas»
No es de extrañar que una exposición que habla de cómic y de Picasso tenga lugar en A Coruña, ciudad picassiana y sede del Viñetas desde o Atlántico, festival que conoce muy bien Mensuro.
—¿Qué le parece el nombramiento del ilustrador y editor Manel Cráneo como director de Viñetas?
—Manel es el máximo impulsor de la edición del cómic en gallego que hay en estos momentos. Conoce el medio mejor que nadie, me parece una más que buena elección. Y, por supuesto, le deseo la mejor de las suertes y me pongo a su disposición para brindarle todo el apoyo que precise.
—¿Qué espera del futuro de Viñetas, tras la marcha de Miguelanxo Prado?
—El año pasado fue una edición de transición. Pero ahora hay que asentarlo todo bajo la premisa fundamental de no destruir lo que se ha hecho. Viñetas se ha convertido en un referente en estos 25 años con Miguelanxo al frente, es un patrimonio que no podemos dejar que se pierda. Así que mi llamamiento va hacia todos los agentes culturales y políticos, que son los que tienen que apoyar estas cosas, para que hagan que siga funcionando y creciendo. Que no está el mundo para perder cultura.
—¿Qué es lo que ha convertido a Viñetas en un referente?
—Aquí lo importante siempre han sido los cómics, los autores y los amantes del tebeo, mientras que en otros salones se prima la venta por encima de todo. Aquí hay otro enfoque que permite cierta cercanía entre autores y público. Lo que no quita que se vendan tebeos, claro. Eso es parte del legado de Miguelanxo que creo que debe mantenerse. Y Manel lo sabe y lo hará si le apoyan y le dejan, dándole su toque personal.