La Voz de Galicia

Mujeres y bares, un cóctel que empieza a coger fuerza

A Coruña

C. Devesa A Coruña / La Voz
De izquierda a derecha, Aurora Almenar, Ana Pinzas, Esther Merino y Daniela Fernández, que debatieron sobre el papel de las mujeres en el sector de los bares

Profesionales del sector protagonizaron un debate en el Fórum Gastronómico en el que explicaron que empezaron en la hostelería por necesidad y luego se enamoraron de la coctelería. Ahora abren camino a otras: «Hay que redescubrir el legado femenino»

10 Apr 2024. Actualizado a las 12:38 h.

Reflexionar sobre el camino de profesionales mujeres en la industria del bar fue el eje del debate que acogió este martes el Cocktail Bar del Fórum Gastronómico de A Coruña. Aurora Almenar (del local Clara by Fotografisk, Berlín), Ana Pinzas (experta en coctelería y productora del documental On the Rocks), Esther Merino (consultora y desarrolladora de bebidas) y Daniela Fernández (responsable de comunicación del bar Sips, Barcelona) relataron cómo se abrieron camino en un sector tradicionalmente masculino. El encargado de moderar la charla fue el periodista de La Voz de Galicia Pablo Gómez.

Los inicios en la hostelería fueron para varias de ellas por necesidad. «Empecé así porque tenía que trabajar. Soy Venezolana y me mudé a Barcelona. Pasé por diferentes tipos de negocio hasta que decidí especializarme, y ahí fue donde mi carrera despegó. Empecé a ser valorada en el sector de la coctelería, trabajé en Paradiso (considerado el mejor bar del mundo en el 2022) y ahora trabajo en Berlín en el bar Clara del Museo de Fotografía»,, explicó Aurora Almenar. De forma similar se manifestó la gallega Ana Pinzas. «Empecé para ganarme la vida, luego me mudé a Barcelona y ahí conocí la coctelería y me enamoré de ella. Llevo ya seis años de vuelta en Galicia y aquí todavía queda mucho camino por recorrer».

Ninguna de ellas sufrió discriminación durante sus inicios, pero sí dejaron patente que necesitaron de una figura masculina para que las tuviesen en cuenta en el sector. «Es cierto que además de ser talentosa tienes que caer en gracia y tener un mentor que te impulse. Desgraciadamente, durante ese tiempo tienes que demostrar siempre que tú vales, y es cansino», apuntó Almenar, que contó para ese papel con Marc Álvarez. Su compañera Esther Merino, que comenzó su andadura profesional de la mano de Patxi Merino, del Pub Stick Cocktails de Rentería, en el País Vasco, sí recordó dos episodios incómodos. «Hace mucho que no me siento discriminada, pero una vez un cliente me pidió una bebida y me preguntó si sabía qué llevaba. Después me hizo un examen sobre cócteles clásicos. En otra ocasión, en Dinamarca, íbamos a conocer una maquinaria y la persona que nos recibió lo hizo como si fuera la secretaria de la persona encargada del desarrollo de bebidas. Le dije que era yo. Creo que es también importante que nosotras marquemos nuestro sitio».

Bebidas por género

Para las profesionales también es fundamental dejar de hacer coctelería de género. «Hay muchos prejuicios, de forma que la bebida más fuerte se le pone al hombre y la más suave a la mujer. Poco a poco esto está cambiando», apuntó Merino. Para ello, también hicieron hincapié en la necesidad de incorporar a los hombres a los debates. «Es importante que ellos cuenten cómo se sintieron trabajando con una mujer», comentó Ana Pinzas, que dijo no haberse sentido nunca infravalorada, «pero sí noté sorpresa entre los clientes al ver que era una mujer la que les iba a hacer los cócteles». Asimismo, sienten que en la incorporación de una mujer en un sector se hace «a veces solo para dar la imagen de inclusión y no porque esa persona sea talentosa», señaló Daniela Fernández de Sips, considerado en la actualidad el mejor bar del mundo. «Cuando hacemos campañas con marcas es habitual que me digan: “No te olvides de poner a alguna chica”».

Otro punto de reflexión fue el de la falta de referentes femeninos. «Hay que redescubrir a esas mujeres. En Galicia, las encargadas de destilar los licores eran mujeres. Siempre estuvieron trabajando en todos los sectores y de la misma forma que en la ciencia o en la literatura se están reincorporando esas figuras, nosotras tenemos que hacerlo en nuestro sector», apuntó Esther.

Para reivindicar ese legado femenino, las profesionales dijeron que es clave su papel. «Es un trabajo nuestro propio», señaló Daniela, mientras que Esther destacó también la necesidad de que los espacios se adecúen a las profesionales. «Cuando voy a un local a trabajar miro si en el botiquín hay tampones Es una forma de saber si tienen en cuenta las necesidades de las mujeres. Es básico que nos sintamos cómodas».

 


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