Desokupan por inhabitable el 120 de la ronda de Nelle tras el incendio
A Coruña
La presencia policial y una puerta de acero evitaron el regreso de los residentes
27 Jun 2024. Actualizado a las 13:29 h.
Diez plantas y cuarenta viviendas sin agua, sin luz, llenas de basura, con moscas revoloteando y ahora con dos pisos destruidos por las llamas con todo impregnado de humo. Si ya antes era complicado vivir en el 120 de la ronda de Nelle, tras el incendio del lunes por la tarde en las dos últimas plantas se ha vuelto imposible. Lo comprobaron este martes los técnicos de Urbanismo, que emitieron un informe de inhabitabilidad por riesgo grave. Por tanto, los que okupaban las casas no podrán volver a ellas. Aparte de la presencia policial en el portal, que se prolongará unos días, se instaló una puerta de acero con un candado. Este martes solo se abrió para que los okupas pudieran recoger sus pertenencias, que la víspera dejaron abandonadas al tener que salir corriendo por el fuego.
Agentes municipales montaron un dispositivo frente al edificio y ahí fueron identificando a los residentes. Luego los acompañaban individualmente a las viviendas para coger los enseres. Todo se produjo de manera ordenada, sin incidente alguno y ante una gran expectación por parte de decenas de vecinos de la zona. «Es triste ver a gente que su vida cabe en una maleta, pero el barrio por fin se libra del problema», decía un comerciante. Un cliente añadió que «no todos los que vivían ahí eran delincuentes. También había buena gente».
Cada uno de ellos se buscó la vida para pasar la noche. Algunos de ellos en cartones bajo los soportales de un edificio cercano en el paseo de los Puentes. Muchos en casas de amigos y otros fueron asistidos por entidades sociales.
Es imposible hacer un censo en ese inmueble, pues a ves tiene medio centenar de personas y en otras se llegaron a concentrar cerca de cien. Era un crisol de culturas donde la convivencia no siempre fluyó. Unos se portaban bien y otros muy mal. El senegalés Mouhammad lloraba este martes al mediodía a las puertas del edificio. Se quejaba de que lo tratasen como a los que «se portaban muy mal». Él se declara «una persona que solo vino a España a trabajar», incapaz de robar o drogarse. Era, dice, uno de los pocos que limpiaban el edificio de basura. «Ahora no tengo nada, como soy negro no me quieren alquilar un piso y tendré que irme de A Coruña», aseguró.
Este edificio nunca fue un remanso. Tuvo épocas malas y peores. En los últimos años, según algunos de los que ahí residían y vecinos de la zona, se complicó la situación cuando empezaron a allanar viviendas jóvenes delincuentes. «Fueron ellos mismos los que incendiaron los pisos. Siempre andan con problemas. Menos mal que el fue se originó en las últimas plantas, porque si llega a ser en los pisos bajos, hoy hablaríamos de una desgracia», cuenta un residente.
Lo que tienen claro los vecinos es que lo que ocurrió el lunes por la tarde, siendo peligroso, fue un milagro. Porque «podría haber muerto gente», añade otro.
Con ese incendio y el obligado desalojo se pone fin, por el momento, al polémico 120 de la ronda de Nelle. «A partir de ahora, seguro que viviremos mucho más tranquilos», vaticina un vecino del barrio.
Uno de los tres dueños al fin da señales tras la notificación de una sanción
Los problemas en el 120 de la ronda de Nelle comenzaron hace 25 años. El primer expediente urbanístico del Ayuntamiento contra la propiedad tiene fecha de 1999 y, desde entonces, se han registrados decenas de informes, actuaciones municipales de todo tipo y denuncias.
Los propietarios nunca respondieron. Pese a que los distintos gobiernos que pasaron por María Pita les exigían una solución, estos nunca dieron señal de vida. Hasta este mes. Cuando el Ayuntamiento presentó en los juzgados una reclamación de 45.000 euros por los gastos que supuso la retirada de toneladas de basura del patio de luces, ahí sí apareció uno. Para oponerse y quejarse de que la Administración entró sin permiso en una propiedad privada. Ahora dependerá de ellos el futuro de un edificio que les queda vacío y con la puerta sellada.
El Ayuntamiento tuvo que intervenir, sobre todo en los dos últimos mandatos, decenas de veces. Y varios departamentos. Más allá de las actuaciones policiales, Medio Ambiente se ocupó en mayo del 2023 de retirar diez toneladas de basura acumuladas en el patio de luces y escaleras. Servicios Sociais hizo un complicado trabajo para ocuparse de los menores y sacarlos de ahí. Se llevaron a cabo también varios informes urbanísticos. Agentes del 092 identificaron en varias ocasiones a los que allí residían.
También dio mucho trabajo a la Policía Nacional. Pues se registraron varias y graves incidentes. Desde violaciones a peleas. Para el comisario provincial, este edificio, según reconoció hace dos meses, «es el principal problema que tiene la ciudad en cuanto a seguridad».