La Voz de Galicia

La basura sitia los negocios de A Coruña: «Aquí estoy yo, pendiente de que no se me vaya a meter una rata dentro»

A Coruña

maría rey a coruña / la voz

Los comerciantes, que padecen la huelga en el servicio de recogida, se quejan de la acumulación de residuos ante sus negocios y piden una solución urgente

18 Jul 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Las consecuencias de la huelga en la recogida de basura de A Coruña son evidentes. Comerciantes de todos los barrios están hartos de los residuos desbordantes que provocan más que una imagen lamentable. El restaurante Atípico de la calle Oliva, en pleno centro, amaneció este miércoles con «el cuarto monumento de A Coruña» en la puerta, ironizaba José Carlos, camarero del local, ante la montaña de botellas esparcidas por el estrecho callejón. «La gente ya no se sienta en la terraza, aunque ordenemos nosotros las botellas y las pongamos en cajas de cartón, se rompen con la lluvia y tenemos que volver a colocarlas», explicaba.

Las botellas acumuladas por la huelga de basura en A Coruña impiden el paso en vías como la calle Oliva.Marcos Míguez

El panorama no es mejor en otras zonas, como el entorno de la calle Barcelona, donde los efectos de la huelga son particularmente molestos: los restos de desechos, que incluyen mobiliario en mal estado, impiden el paso cómodo por la acera. «Ya llamé muchas veces para que recogieran, pero van a hacer lo que les dé la gana», lamenta Maris Techera, trabajadora de El cucharón de Maris. «Y la gente también tiene muy poco sentido común porque ven eso así y siguen tirando muebles. Creo que si entre todos colaboramos, podemos paliar ligeramente esta situación. Si se fijasen, verían que a veces están vacíos aquellos contenedores, y los de ahí abajo, pero como ya ven los sillones esos podridos ahí, siguen tirando basura».

Techera enfatiza lo «surrealista» que está viviendo su comercio, del sector alimentario. «Es horrible, sobre todo por un asunto de salubridad pública. Yo creo que Sanidad tendría que tomar medidas porque a nosotros nos vienen a controlar y tenemos toda esa mierda ahí adelante», añade. Está especialmente preocupada por la posibilidad, más que probable, de que un día amanezca con ratas en su negocio. «Aquí estoy yo, pendiente de que no se me vaya a meter un bicho para dentro», señala. «Puedo entender lo de la huelga, pero creo que si la hay, que sea para todos», remata.

Este paro afecta también a Vivanta Dental, otro comercio de la zona. «Primero, no es nada agradable tener el cartón y la basura delante de la puerta, y segundo, debido al negocio que es, tampoco es grato para los pacientes», explica Luci Busto, trabajadora de la clínica. Las propias empleadas de este establecimiento sanitario han intentado paliar la situación por su propia mano: «Nosotras hemos recogido muchísimas veces con la escoba los vidrios, cartones… Para hacer un poco de hueco y que pueda entrar la gente», manifiesta Busto.

Es un gran contraste ver la basura acumulada justo a la entrada de esta clínica dental, para después entrar en ella y comprobar todos los esfuerzos que están llevando a cabo para conseguir, precisamente, que estos desechos no pasen de su puerta. «Tenemos todo muy cerradito para que no entren las moscas», apostilla. Los insectos también amenazan la peluquería Raquel Ousinde, que tiene un grupo de contenedores justo delante. Son depósitos que se adivinan, ya que están totalmente sepultados por montañas de residuos.


Comentar