La Voz de Galicia

La Unesco advirtió en el 2021 de posibles daños irreparables para la olmeda de San Carlos

A Coruña

David García A Coruña / La Voz

Los ingenieros también avisaron de los riesgos de la restauración en el 2022 del jardín, en el que hoy quedan sanos seis ejemplares

18 Oct 2024. Actualizado a las 05:00 h.

La última olmeda histórica de Europa, ubicada en el jardín de San Carlos, tampoco escapa al ataque de la grafiosis y 13 ejemplares serán talados y posteriormente reemplazados por una variedad resistente a esta plaga, sumándose a otros tres que fueron retirados en el 2022 por el mismo motivo. Este final ya fue advertido por la Unesco y por el ingeniero José Antonio Núñez, que alertaron de los efectos negativos para los olmos que podría conllevar la actuación de restauración del jardín ejecutada en el 2022.

El Icomos, consejo encargado de evaluar las candidaturas a patrimonio de la humanidad de la Unesco, emitió hace tres años un informe centrado en la reforma de este jardín histórico. «La ejecución del proyecto tal cual se presenta podría suponer la desaparición de la arboleda singular a medio plazo», señala el documento, en el que habla acerca de los posibles daños en las raíces de los árboles durante los trabajos en caminos y pavimentos, favoreciendo la entrada de hongos.

El informe sobre la olmeda, protegida y catalogada como bien de interés cultural (BIC), fue remitido al Ayuntamiento y la Xunta, pero no tiene carácter preceptivo. El documento llamaba la atención sobre la falta de un estudio detallado de las raíces de los olmos que permita afrontar el trabajo a sabiendas de su ubicación y dimensiones para poder valorar el impacto.

El ingeniero José Antonio Núñez explicaba en el 2021: «No creo que los olmos mueran, no lo creo, pero van a sufrir mucho y están muy debilitados», decía a este periódico sobre la actuación que se llevó a cabo un año después. El experto defiende que una intervención de esta envergadura no puede realizarse en seis meses, como se prevé. «Es un trabajo para diez años», indicó el ingeniero, que aludió a una obra de 1999 en la red de pluviales que afectó seriamente a los olmos perimetrales, cuyas copas entraron en regresión.

El portavoz del PP, Miguel Lorenzo, explicó este jueves que «el jardín de San Carlos es la crónica de una muerte anunciada», en referencia a la advertencia de la Unesco. «Se cumplió todo», apunta el portavoz popular, que recordó que la alcaldesa, Inés Rey, calificó el informe de «falto de rigor». Desde el Ayuntamiento responden que «todas las actuaciones que se llevaron a cabo contaban con el visto bueno de Patrimonio, como no podía ser de otra manera». Además, lamentan que «el PP intente vincular el impacto de la grafiosis con una actuación de mejora en el jardín. Dice mucho también sobre su forma de hacer política».

«Es una pérdida terrible, es como perder 13 grandes monumentos»

«Es una pérdida terrible porque era parte de la identidad de la ciudad. Es como perder 13 grandes monumentos (en total son 16 los que ya enfermaron), su conjunto era fundamental para la imagen urbana y para que funcione como un pequeño refugio natural. Sin esas cúpulas el lugar queda desprovisto».

Cristina García Fontán, profesora de Arquitetura e Paisaxe en la Universidade da Coruña (UDC), destaca que la pérdida de otros 13 olmos del jardín de San Carlos va más allá de su valor como especie vegetal con más de 100 años. «Los vimos ayer —?por el miércoles— desde el puerto en una visita, es una de las pocas masas verdes que se ven, por no decir la única. Es una pérdida de identidad muy grande por su valor histórico y natural».

Sobre la actuación que se llevó a cabo en el 2022 para restaurar el jardín, la docente de la UDC afirma que está segura de que «estaba en buenas manos», aunque destaca que «cuando se interviene en un lugar de estos tiene que ser con máximo cuidado y como si estuvieses conservando una joya, es un diamante». Así, asegura que «no hay costumbre de intervenir en estas zonas históricas con el cuidado y mimo que se merecen» y considera que habría sido conveniente «trabajar más con prevención que con sanación, porque no es posible».


Comentar