El BNG rechaza un nuevo presupuesto con el PSOE y abre una crisis en el gobierno local de A Coruña
A Coruña
Los incumplimientos en acuerdos previos y una pérdida de confianza en el ejecutivo, claves
19 Nov 2024. Actualizado a las 19:51 h.
A Coruña no tendrá presupuesto nuevo el 1 de enero del 2025 y tampoco lo habrá con un acuerdo entre el PSOE y el BNG, que ayer anunció que no entablará negociaciones para sacar adelante unas cuentas nuevas, mientras que los socialistas no renuncian a recurrir a los mecanismos necesarios para su aprobación.
Esta ruptura supone un cambio de paradigma en María Pita un año y medio después de las elecciones. Deja al gobierno local —en minoría— solo para sacar adelante unas nuevas cuentas, pero también enviando un mensaje claro de que la gestión realizada hasta el momento no responde a lo esperado y que tendrá que cambiar de tercio para poder llegar a acuerdos puntuales en los asuntos más relevantes.
Al Ayuntamiento se le abren varios escenarios, en el que el más sencillo es la prórroga del presupuesto de este año. El más probable es vincular las nuevas cuentas a una cuestión de confianza en la alcaldesa, Inés Rey. Si no prosperase una moción de censura, que supondría un alcalde alternativo, las cuentas quedarían aprobadas automáticamente. Este es el escenario más probable, ya que el BNG —cuatro concejales— adelantó que no propiciará un gobierno del PP —12 ediles— «aínda que a alcaldía de Santiago estivese en mans de Falange Española». El Bloque recurrió a este instrumento en Pontevedra para aprobar las cuentas de este año con un escenario similar, aunque con nacionalistas y socialistas con los papeles intercambiados. «Non renunciamos a que a cidade teña orzamento en 2025 e seguiremos traballando na súa elaboración», dijo José Manuel Lage, portavoz municipal, que aseguró que explorarán «todas as vías».
Salto en el guion
La corporación tenía en el orden del día una sesión extraordinaria con dos cambios en el presupuesto, tres modificaciones en ordenanzas fiscales y un nuevo calendario para los pagos por el Novo Chuac. Todo se aprobó, pero Jorquera alteró el guion. «Non se dan as condicións para chegar a un acordo para os orzamentos do 2025», aseguró el portavoz del BNG durante su primera intervención. El PSOE y el Bloque habían empezado las conversaciones sobre las cuentas del próximo año a finales de septiembre, tal y como establecieron en el pacto de investidura. Los contactos se repitieron en las últimas semanas, pero sin profundizar en partidas concretas y la principal novedad fue hace diez días, cuando el Ayuntamiento explicó que congelaría los impuestos para el 2025. Un anuncio que llegó en un pleno, como ayer el del BNG, que tampoco apoyaría incrementar los tributos.
El portavoz nacionalista aludió principalmente a dos cuestiones. «Constatamos que moitos deses acordos continúan sen ser cumpridos», dijo sobre el pacto de investidura y el presupuesto de este año. Entre estos acuerdos, mencionó las bajas que se aprobaron ayer para mejoras en centros cívicos y bibliotecas, humanizaciones en barrios y actuaciones en el castillo de San Antón y el castro de Elviña. Todo ello provoca una «creba do principio de confianza».
José Manuel Lage tendió la mano a los nacionalistas para llegar a un acuerdo y reconoció «os esforzos feitos», pero indicó que «non entendemos que renuncien sen comezar unha negociación». El portavoz municipal aseguró que tienen «en marcha moitas actuacións dos acordos subscritos co BNG, pero hai ritmos diferentes». Lage insistió en que la «relación prioritaria» del gobierno local es con el BNG, aunque añadió que eso no supone «ningún cordón sanitario». El portavoz municipal aseguró que la decisión del Bloque «non quere dicir que o Concello renuncie a ter un orzamento».
El portavoz del PP, Miguel Lorenzo, aseguró que le «llamó la atención» la postura del BNG por sus «contradicciones». «El presupuesto es la herramienta más importante de un gobierno municipal, que no exista es grave para la ciudad». Sobre una negociación, Lorenzo dijo: «Si me llaman, voy, pero lo primero que voy a pedir es que rebajen los impuestos».
Un todo o nada para sacar adelante asuntos en minoría
Es una herramienta a la que se recurre un gobierno para buscar respaldo a una cuestión determinada. En primer lugar se vota la cuestión de confianza, que generalmente se pierde por estar en minoría. De ser así, la oposición debe presentar un alcalde alternativo en el plazo de un mes , ya que de no hacerlo, el asunto al que se vincula la cuestión de confianza se aprueba automáticamente.
«A nosa experiencia é que incluso as cuestións que se acaban cumprindo son tarde, mal e a rastro, é extenuante»
Francisco Jorquera resalta unha perda de confianza no goberno local como factor chave para rexeitar a negociación dunhas novas contas
—Cales son os motivos para non apoiar os orzamentos?
—Establecemos que non íamos entablar unha negociación mentres non se cumprise o acordado previamente, hai moitos aspectos do pacto de investidura e do orzamento do 2024 que están sen cumprir. Ademais, hai unha creba de confianza. Un exemplo é o suplemento de crédito aprobado hoxe [por onte] para a Escuela Municipal de Música, pero non teríamos chegado a esta situación se se cumprise co establecido nos orzamentos do 2024. Para facer fronte a pagamentos no modificativo, tivemos que aceptar que se desen baixas a propostas do BNG. O goberno local se esforzou moito en que se executasen as actuacións que son prioritarias pola súa axenda política, pero secundarizou moitas iniciativas do BNG.
—As máis significativas?
—O voceiro municipal insinuou que inda así habería uns orzamentos no 2025 e que habería unha grande aposta polos barrios, pero xa estaba contemplada nos do 2024 e constatamos que non se priorizaron.
—E do pacto de investidura?
—Teremos oportunidade nos vindeiros meses de profundar nesta cuestión. Non se trata de dar lectura ao memorial de agravios. A nosa experiencia é que, incluso as cuestións que se acaban cumprindo, son tarde, mal e a rastro, é extenuante.
—Haberá outros acordos?
—A cidadanía do BNG demanda unha oposición útil, exercendo crítica, pero o BNG non pechou a porta a calquera diálogo.
—É unha utopía unha moción de censura co PP?
—Se presenta unha moción de confianza, o BNG non vai a votar a favor, sería unha incongruencia, pero tampouco a subscribir unha moción de censura co PP.
—Houbo suficientes avisos para non chegar a este punto?
—Houbo multitude de avisos e certa rectificación do goberno local, pero non foi suficiente. O BNG ten a percepción de que hai concelleiros que non se senten vinculados ao que acordan ambas partes.