Seventh Heaven, el estudio de tatuajes que celebra la creatividad y conecta personas

La cabeza de Raquel García no para. Esta joven emprendedora, empática y con muchas ganas e ilusión abrió Seventh Heaven, el estudio de tatuajes de A Coruña liderado por mujeres, hace dos años y medio en el número 1 de la plaza Vista, al lado de la calle Orzán. Con el proyecto ya rodado y ganas de dar un paso más y ofrecer un espacio único en la ciudad, Raquel acaba de renovar por completo su club de tatuajes para crear un espacio en el que celebrar la creatividad y, sobre todo, en el que las personas son lo más importante. La misión de Raquel es tatuar, pero también conectar personas, que Seventh Heaven sea una comunidad.

«Creo que nací para que la gente se encuentre, disfrute de estar junta». Raquel, conocida en Instagram como @gigi.tattooing, explica que el nuevo estudio tiene una imagen más neutral. «Es un espacio de creación, de igualdad, al que todo el mundo puede venir sin sentirse juzgado ni incómodo por la orientación que tenga, por cómo se quiera sentir o por lo que opine». «Lo siento mucho como comunidad, la gente viene y viene como a ver una amiga, pasa un rato aquí y después de tatuarse también se queda. A veces te traen cosas y es muy bonito que se acuerden de ti. Al final te valoran ya como persona, no solo como artista», cuenta Raquel.

Para el diseño del nuevo espacio contó con el trabajo de Andrea López, autora de la imagen única de Roto Hair Studio. «Es una crack, me ayudó muchísimo y se involucró como si fuese suyo el estudio». El diseño gráfico y todo el rebranding, que da sentido a toda la reforma y el cambio, es obra de Gilda Studio. La nueva esquina de Seventh Heaven tiene ahora un aire muy minimalista y con una estética que recuerda a la coreana. Raquel explica que en esta nueva etapa sigue el mismo equipo de mujeres, cada una especialista en un tipo de tatuaje. Sus trabajos pueden verse en su perfil de Instagram @shtattooclub. También tienen un espacio abierto a recibir «guests», artistas tatuadores que viajan hasta A Coruña para tatuar en el estudio de Raquel.

Una de las claves es su método de trabajo: «Somos uno de los pocos estudios de A Coruña en el que te enseñamos el diseño previo para que veas lo que te vas a tatuar. Después aquí dejamos mucho tiempo para hablar con la persona, para que te cuente la historia y por si quiere hacer cambios. Es muy personalizado y tenemos muy en cuenta la opinión de las personas y las dudas que pueda tener. Es humanizar un poco el proceso». Y, sobre todo, a Raquel le encanta que la experiencia vaya más allá: «Nos gusta ver que todo ha ido bien, ver cómo ha curado el tatuaje, y establecer una relación con cada cliente que perdure en el tiempo». Para Raquel lo más bonito de esta nueva etapa es que, después de este tiempo trabajando en su proyecto, «ya no solo nos ven como artistas, sino como personas».