La Voz de Galicia

La residencia universitaria abre sus puertas a futuros estudiantes

A Coruña ciudad

En el edificio del Calvo Sotelo se realizó este sábado una jornada de puertas abiertas para dar a conocer sus instalaciones

06 Jul 2019. Actualizado a las 18:48 h.

La nueva residencia de la ciudad busca a inquilinos para el próximo curso universitario. Futuros estudiantes y sus familias se acercaron a conocer las instalaciones que forman parte del edificio del Calvo Sotelo, cedidas por la Diputación de A Coruña para crear la primera residencia pública de la Universidade da Coruña.

Con un total de 44 plazas disponibles, por lo menos hasta que finalicen las obras en torno a octubre, la residencia espera aumentar su éxito para el próximo curso. Si finalmente se amplía el número de plazas, estas pasarán a aquellos estudiantes que estén en lista de espera. Los precios este año se sitúan entre los 100 y los 215 euros al mes, dependiendo de si el alumnado recibe ayudas económicas por parte del ministerio para su movilidad. 

Además de las habitaciones, todas dobles excepto dos reservadas para estudiantes con minusvalía, la residencia cuenta con una sala de ocio en la que se incluye un pequeño espacio a modo de cocina con una nevera y unos microondas. La idea es que el alumnado pueda repetir este año el servicio de comedor en el Calvo Sotelo, pero la universidad todavía está trabajando en renovar este convenio. Por otra parte, existe una sala de estudio, que no cubre todas las plazas disponibles. Sin embargo, esto no resulta un problema, al tener los residentes un escritorio personal en las habitaciones y debido a la cercanía de la Elvira Bao a la sala de estudio de Riazor.

Aunque el año pasado solo 13 alumnos ocuparon las plazas de la residencia, debido principalmente a su apertura con el curso ya iniciado y a las obras que todavía no han concluido, Carmela Barreiro, administradora de la residencia, es optimista y cree que muchos de ellos repetirán. En su mayoría los residentes acuden a clase en el campus de Elviña, por lo que desde la residencia están trabajando para mejorar la red de transporte para conectar ambas zonas universitarias. 

Pero los residentes de la Elvira Bao no son solo estudiantes de la UDC. Estos meses, con el anterior curso ya finalizado, cinco docentes extranjeros, principalmente procedentes de países del sur de América, están ocupando algunas de las habitaciones mientras realizan colaboraciones con la universidad coruñesa. Además, durante el curso se repetirá la acogida de unas alumnas del programa Mujeres por África, que consiste en una beca de máster para completar sus estudios en la UDC.

 


Comentar