La población toma los nuevos arenales de la ría de Culleredo y accede a las zonas en obras en Oleiros

La obra del dragado de la ría está a punto de finalizar. Más allá de que los mariscadores pidan que no se recepcione la obra porque entienden que los bancos marisqueros no están recuperados, el buen tiempo y el afán de los paseantes por invadir los nuevos espacios hace que muchos ya conozcan los nuevos paseos que se han creado con este proyecto, aunque no se ha certificado el fin de obra, previsto para finales de este mes, y continúan los obreros trabajando en varios tramos y también en la zona marítima.

El traslado de la arena que cubría el canal a las dos riberas del estuario ha producido miniareanales, que algunos ya han tomado al asalto estos días de sol. Se han lanzado a pasear, incluso a hacer recorridos con sus mascotas, un hecho no exento de polémica para una zona que se intenta recuperar para el marisqueo y que sigue siendo un terreno en obras. Antes de los trabajos de dragado, que comenzaron oficialmente en diciembre del 2021 y en los que se han invertido 37,5 millones, había gran cantidad de fango que impedía adentrarse en estos puntos y son muchos los que quieren comprobar in situ cuál es la visión a pie de ría.

Sin embargo, el tramo que recibe estos días mayor cantidad de gente es el nuevo paseo entre Beiramar y el parque de O Seixo. Incluso una de las papeleras instaladas está llena de desperdicios, ya que los que por allí transitan han utilizado el plástico que la cubre como una improvisada bolsa para depositar plásticos y botellas, destacan vecinos.

Era el tramo de paseo que faltaba por realizar para poder circunvalar a pie o en bicicleta la ría entre Culleredo y Oleiros, y son muchos los que aprovechan que han retirado alguna valla para realizar este recorrido. Máquinas y operarios continúan allanando el terreno que se convertirá en una nueva zona verde de Oleiros, en la desembocadura del Seixo y de 19.795 metros cuadrados.

Todavía está en tierra y llaman la atención tanto el puente como la barandilla en madera por donde discurre el río. Frente a esta nueva zona está el relleno realizado en el paseo de Culleredo, de 50.000 metros cuadrados, cuyos trabajos están más adelantados y ya luce césped en la mayor parte de su extensión.