El Samo bordea el castillo de Mesía, uno de los menos conocidos de la provincia
Mesía
Data del siglo XIV, fue derribado por los Irmandiños y vuelto a ser levantado
08 Jul 2023. Actualizado a las 05:00 h.
El río Samo, a pesar de que no puede presumir de popularidad, fue ayer y es hoy una arteria de gran importancia en la retaguardia de las tierras coruñesas bañadas por el golfo Ártabro. Aunque se impone hacer zigzags, sí resulta posible seguir su curso, y desde luego los amigos de la bicicleta de montaña encontrarán una oportunidad excelente de dar pedales.
Tras nacer cerca de Curtis, pero ya en el municipio de Mesía, deja atrás un molino magnífico, aunque aún no funciona, llamado de Xan García porque ese fue su fundador. Desde ese lugar hay que dar marcha atrás —es decir, como si se regresara al nacimiento de la corriente— y cuatro veces consecutivas elegir la izquierda para plantarse de nuevo en el Samo, un poco más ancho, si bien tampoco mucho. Los mapas señalan ahí un molino, aunque no hay manera de localizar sus restos ni nadie sabe dar razón de él.
Pasadas las casas de O Fondo arranca a la izquierda una pista ancha de tierra que se merece un sobresaliente (y, una vez más, el excursionista cruza la corriente) y que termina en las inmediaciones de A Pobra, que es el lugar que alberga tres sitios merecedores de una visita. Uno es el castillo medieval, al que es posible penetrar tras ascender por un sendero y tomar muchas precauciones. Data del siglo XIV, fue derribado por los Irmandiños y vuelto a ser levantado. El olvidado historiador Ángel del Castillo afirma que «debió de ser importante y de cierto valor estratégico, por su acertado emplazamiento».
El segundo es la sencilla capilla, por lo general cerrada. Y el tercero es A Taberna da Pobra, un lugar auténtico, con una mujer muy amable al frente en el que no solo se puede tomar un café sino también, si es la hora, sentarse a comer una estupenda comida casera, en una atmósfera que es la propia de la Galicia rural eterna. Y encima el precio es bajo.
El río va a bordear la fortaleza, que entre eso y el que está levantada en una colina con mucha pendiente hace solo pudiera ser atacada justo por donde en el siglo XXI llega el visitante. Y por eso mismo es por ese lado por donde se construyó un foso.
Hay un cuarto elemento digno de mención: una de las viviendas privadas frente a la capilla y taberna se convierte en un ejemplo de cómo sí es posible disfrutar de una arquitectura muy respetuosa con la tradición y, además, ennoblecerla estéticamente con flores. Los dueños se merecen una felicitación porque demuestran que el feísmo no es un mal inevitable.
INICIO
43º06'23”N 8º12'07”W.
O FONDO
43º06'38”N 8º13'44”W.
LA FOTO MÁS PERSONAL
En A Pobra.
MAPA RECOMENDADO
Instituto Geográfico Nacional. 70-II.