Adiós a Manolo, el del Chiringuito de Espiñeiro
Oleiros

Falleció el responsable del viejo local de la playa de Espiñeiro, en Oleiros
26 Aug 2019. Actualizado a las 23:11 h.
La playa de Espiñeiro está triste. A Manolo le gustaba bañarse temprano, secarse un rato al sol, y subir rápidamente a cambiarse a casa. Cuando llegaban los primeros clientes al antiguo Chiringuito de este arenal de Oleiros ya disponía de información obtenida de primera mano «hoxe está boa» o bien «hoxe non hai quén se meta». Porque Manuel Fontenla Reñones, Doco, era un hombre de no demasiadas palabras, pero todas contundentes. Le encantaba seguir la actualidad local y también el mundo del fútbol, pero no las ligas de las estrellas sino el fútbol modesto y ver los partidos de la competiciones locales. «Ese non vale para nada», era su análisis de un jugador que le disgustaba. «Ese sabe o que fai», destacaba de otro. Su gran pasión era el Fabril, por delante del Deportivo. No había verano que pasase que no comentase que tal o cual chaval tenía un gran futuro. Falleció a los 75 años y fue enterrado en Mera, aunque él siempre presumía de que era de O Burgo. Además del restaurante de la playa de Espiñeiro (hoy en día existe otro diferente), en invierno regentaba la cafetería de Empresariales y durante algún tiempo la del instituto Neira Vilas. En las últimas horas su mujer, Josefa, y sus hijas Sonia y Paula recibieron el cariño y afecto de centenares de personas. En Mera se decía que si los barcos miran hacia casa de los Miranda es que va a hacer buen tiempo y que si las proas enfilan hacia A Coruña es mejor abrigarse. Recuerdo un verano horroroso, parecido a este, en el que llegué temprano a Espiñeiro y le pregunté a Manolo: ¿Hoy para dónde miran los barcos? «Miran para o carallo», contestó desesperado. En el 2008 Manolo vendió aquél chiringuito y en el 2019 la playa dijo adiós a Manolo.