En breve estrenarán una variedad ideal para el verano, con el caldo tibio y los ingredientes aparte
28 Jun 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Con una estética urbana, en la que los grafitis ayudan a darle un aspecto de puesto callejero, Monkee abrió sus puertas el pasado febrero para hacer del ramen, una sopa de origen chino que los japoneses perfeccionaron y que ha conquistado medio mundo, su sello de identidad. «Me encantó su sabor desde la primera vez que lo probé y cuando volví -estuvo trabajando en fogones de Reino Unido, Malta, Madrid y Barcelona-vi que podía tener cabida porque la gente empezaba a conocerlo y demandado», explica Toño Doforno, el propietario y chef del local.
El caldo con el que preparan el ramen se prepara al estilo tonkotsu, durante más de catorce horas, con huesos de pollo o cerdo. Una vez colado, se obtiene una textura cremosa y potente de sabor, a la que se le añaden fideos artesanales y los toppings que uno quiere. En los próximos días tendrán en su carta, además de las variedades de miso, shoyu y vegetariano, tsukemen, una opción más apropiada para el verano, ya que el caldo se sirve frío o templado con el resto de ingredientes aparte para que el comensal los vaya mojando a su gusto. Y aunque esta sopa japonesa es la reina de la carta, disponen de otras propuestas como los baos -de cangrejo de concha blanda o panceta crujiente-, las gyozas o el pollo frito al estilo japonés a las que se le sumarán un arroz con atún rojo y salsa ponzu o una ensalada de kimchi con un toque picante que fermentarán durante ocho días y con las que el cliente podrá hacerse una idea de la riqueza de la cocina asiática.
MENÚ RECOMENDADO
- «Gyozas» de pato.
- Bao de cangrejo de concha blanda y salsa «kimchi».
- Pollo frito al estilo japonés y alioli de «wasabi».
- «Tsukemen».
- Mochi de té matcha.
- Cervezas artesanas Misterio.
- Precio para 2 personas: 36 euros, aproximadamente.
Calle Picos • De 13.30 a 16.00 y de 20.30 a 23.30 horas. Cierra los domingos y los lunes al mediodía • No admite reservas •