La Voz de Galicia

Por qué Yelmo Los Rosales es una piedra angular del cine en A Coruña

Vivir A Coruña

Laura G. del Valle

Los cinéfilos que disfrutan de la versión original ven muy limitadas sus alternativas a partir de ahora. La ciudad vuelve a quedarse con tres opciones donde ver películas, casi siempre las mismas

24 Jan 2023. Actualizado a las 12:26 h.

El cierre del cine Equitativa, en mayo del 2006, fue la estocada que acabó por rematar a esos cinéfilos que se negaban a ver una película en un centro comercial. A Coruña adaptó el modelo americano en un abrir y cerrar de ojos; de repente parecía que todos los chavales habían nacido con un happy meal debajo del brazo. Los preadolescentes de principios de los 2000 tenían en el combo McDonald's y cine la excusa perfecta para salir de casa, y lo hacían en el centro comercial Los Rosales. Sus padres se quedaban tranquilos pensando que en un sitio cerrado estaban a salvo, y así este se consagró como el plan que conseguía el consenso familiar. La cadena Yelmo se frotaba las manos con esto, al menos hasta que otros exhibidores cinematográficos comenzaron a hacerle la competencia en Marineda City o Los Cantones Village.

Este fin de semana Yelmo anunciaba su marcha de Los Rosales, casi treinta años después de establecerse en A Coruña de la mano de este centro comercial. Lo hará el próximo jueves 26 de enero y deja desolados, entre otros, a los amantes del cine en versión original, pues estos cines suelen tener la mayor variedad de la ciudad. También a quienes disfrutan de la ópera, ya que ofrecía proyecciones desde el Metropolitan Opera House de Nueva York. La última, Fedora hace este mismo mes.

Por otro lado, con este cierre se pliega el abanico de horarios que tienen a su alcance los coruñeses. Se habla de horarios, y no de películas, porque las salas de cine locales suelen comprar los mismos filmes. Así, apenas llegan al público documentales, cine independiente o largometrajes europeos, y esto último incluye cine español, pues si se echa un ojo a la cartelera actual solo están disponibles dos títulos con impronta ibérica: As bestas y A todo tren 2. Grandes producciones como Avatar 2es ya la sexta película más taquillera del mundo— puede verse en ocho salas diferentes.

La situación es delicada porque el cine es cultura. Pero también es negocio, y alcanzar el punto medio en el cual se les ofrece a los ciudadanos una gama de historias completa, donde tengan cabida sellos locales y productos de directores noveles riñe, con frecuencia, con los intereses de las distribuidoras, que velan por su rendimiento. Como lo hacen también las cada vez menos frecuentadas salas de cine. «Ofrecemos las películas que tenemos, pero son las propias salas las que escogen qué quieren para esa semana, en función del público que tienen y los filmes que mejor les funcionan. No es lo mismo un cine de ciudad que uno que está en un centro comercial; se ponen diferentes películas porque también son perfiles distintos», explica Lara Pérez Camiña, presidenta de la Asociación de Distribuidores Independientes Cinematográficos (ADICINE). Los Cantones hacen a veces esta labor, comenta Pérez, pero los románticos echan de menos el Avenida, el Savoy o los Chaplin.

Respeto a la escasez de películas españolas disponibles en los cines de  A Coruña en este momento, la directora de ADCINE comenta que hay una cuota de pantalla para el cine español. «Las salas están obligadas a poner un porcentaje de películas, lo que pasa que se reparte a lo largo del año y normalmente es mejor época de estrenos el otoño que estas fechas». De hecho, menciona Alcarrás, Cinco lobitos y As Bestas como filmes que han tenido una gran acogida por parte del público y que, en algún caso, no estaba previsto. «Tiene sentido que As Bestas tenga más tirón en los cines de A Coruña, o de Galicia en general, que en otras zonas de España por reflejar una realidad muy particular, igual que Alcarrás». El caso de Cinco lobitos es llamativo, y según comenta Pérez, ocurre a veces en el cine español. Se estrenó sin demasiado éxito, pero el boca-oreja hizo sus labores y muchas salas de cine la compraron por la repercusión que estaba teniendo.

Las películas que no consiguen tener un tirón masivo son las que se reproducen en versión original. En A Coruña esta semana solo puede disfrutarse Babylon sin doblar, en los Cantones y en Los Rosales. En este caso, las salas son las que eligen libremente si compran una película sin traducción; no hay obligación de garantizarle un mínimo de largometrajes en versión original al público.

Yelmo se va de Los Rosales pero permanece en Espacio Coruña y, previsiblemente, estará también en Breogán Park, situado sobre el antiguo centro comercial Dolce Vita. Este proyecto verá la luz, previsiblemente, a principios del 2024. Los Rosales, por su parte, busca inquilino para sus salas de cine. Es normal si, como dice Pérez, sigue existiendo el interés por el séptimo arte. «Están cerrando muchos, es verdad, pero también abren otros tantos y, además, se está volviendo al cine de ciudad. Hay que destacar también que estamos notando que perfiles que iban al cine con frecuencia, y que dejaron de acudir por la pandemia, como el de mujeres de mediana edad que van en grupo a ver una película, lo están volviendo a hacer».


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