Rebeca Conde se hace viral reparando camisetas del Dépor: «La situación me está sobrepasando, pero estoy aquí para trabajar»

Rebeca Conde se ha viralizado su copistería por su servicio de restauración de camisetas

La cosa surgió por casualidad hace unos meses. Su hermano le pidió si podía volver a darle vida al logo de su camiseta de Dépor. Ella lo hizo con reservas, con miedo de si salía mal. Sin embargo, el resultado fue tan bueno que pronto hicieron cola los amigos del beneficiado. Ahora, Rebeca Conde, propietaria de la copistería R Conde (Educación, 2), recibe a decenas de clientes cargados con bolsas de equipaciones deportivas viejas para darles una segunda vida. «Hasta dentro de quince o veinte días no estarán», dice a los clientes la autónoma, que ha tenido que ampliar plantilla.

A esta historia de éxito le falta un ingrediente: las redes sociales. Conde siempre vio en TikTok una oportunidad para dar a conocer su negocio, una reprografía especializada en la personalización de prendas de ropa. Sus vídeos —todos siempre con un poco de «chispa», dice— acostumbraban a tener entre mil y tres mil reproducciones. Sin embargo, el primer contenido que lanzó explicando el nuevo servicio de restauración de prendas deportivas, publicado a comienzos de este mes, superó las 20.000 visualizaciones. Y el segundo alcanzó las 60.000.

Este bum ha cargado de trabajo a este pequeño centro de impresión del barrio coruñés de Ciudad Escolar. «La situación me está sobrepasando un poco y me está generando mucho trabajo», afirma. En cambio, Conde tiene claro que «estoy aquí para trabajar, y todo lo que quieres que funcione es con esfuerzo». Uno que tienen que poner, sobre todo, en cada una de las camisetas que restauran. «Lo tenemos que hacer casi a mano, es un trabajo casi milimétrico».

En R Conde no siguen una técnica de estampación, sino que primero tienen que regenerar lo que hay debajo de los logos deslucidos y luego usan unos polímeros para conseguir el acabado final. Los precios van desde los cinco euros de los logos más pequeños hasta los 15 o 20 que puede costar la reparación de un dorsal.

Esta técnica no es una innovación de Rebeca. La podrían aplicar establecimientos similares, pero no lo ponen en marcha porque no les compensa: «Hablando con compañeros del gremio, me dicen que ellos no lo hacen porque les resulta muy laborioso y les da mucho trabajo». Así, también ha recibido reparaciones de camisetas de equipos de fuera, como el Rayo Vallecano. Lo cierto es que su trabajo se puede aplicar a la mayor parte de las equipaciones.