Juan Carlos Marset, catedrático de Estética, poeta, autor de libretos de óperas de Cristóbal Halffter y Mauricio Sotelo, llegó a finales del verano pasado a la Dirección General del Inaem (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Musicales) con una consigna muy clara: que el reconocimiento de la diversidad cultural española encontrara reflejo en las ayudas que el ministerio concede a las comunidades. El viernes, durante una breve visita a A Coruña, anunció que la inversión prevista en teatro, música y danza para Galicia, de momento, se multiplicará por cuatro. «Aquí, más que en cualquier otro lugar, hay que recuperar el tiempo perdido», asegura.
-Las compañías de teatro gallegas se quejaban ayer mismo de que el Inaem las discrimina. El dinero que les dedicará el año próximo es aún menor al del consignado en el 2006...
-Tienen toda la razón al quejarse, pero no solo ellos. El anterior equipo de Cultura destinaba solo 250.000 euros para todo la actividad musical, teatral y de danza en Galicia, algo absolutamente inadmisible. Nada más llegar al Inaem, el ministro César Antonio Molina me pidió que revisáramos lo que a todas luces era una injusticia, y en eso estamos. Ahora la inversión se ha multiplicado por cuatro, hasta un millón de euros, pero todavía está muy lejos de la realidad. Nuestra intención es seguir incrementando las inversiones en los próximos años hasta lograr la normalidad.
-¿En qué se va a notar esa progresiva puesta al día de las ayudas?
-En cosas muy concretas, como la mejora de los equipamientos escénicos en A Coruña, cuyo ayuntamiento recibirá por primera vez medio millón de euros para la actividad teatral. Además, incrementaremos las ayudas al Festival de Ópera de A Coruña y al Mozart, lo cual no era muy difícil teniendo en cuenta el escaso apoyo que, inexplicablemente, recibían del Estado dos citas de su calidad y relevancia histórica. Esto solo es un inicio, habrá que seguir multiplicando esas inversiones para poder llegar, en dos o tres años, a los niveles de ciudades como Bilbao, Oviedo o Sevilla.
-La conselleira, Ánxela Bugallo, se quejó recientemente de que en su primera visita oficial a Galicia el ministro Molina no acudiera a verla. ¿Se han normalizado las relaciones?
-Son excelentes, me he entrevistado personalmente con ella y con miembros de su equipo. Estamos en contacto y el próximo mes crearemos conjuntamente una mesa de diálogo con los responsables del Igaem para mejorar el modelo actual de ayudas.
-Los Gobiernos de la UE acaban de afirmar que la Cultura deberá tener en los próximos años un papel cada vez más importante en los presupuestos. ¿Supone esta declaración un reconocimiento del papel estratégico de un sector a menudo olvidado?
-Esos presupuestos tienen que pasar de lo anecdótico a lo sustancial. La cultura se ha convertido en el eje de la planificación estratégica de muchas ciudades, constituyendo el centro de su actividad económica.
-Usted pasó en Galicia el viernes, el día en que el Consejo de Ministros aprobó la creación del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música, un organismo que servirá, entre otras cosas, para canalizar la participación de las distintas comunidades en las decisiones que se adopten en el futuro sobre las ayudas a la música, el teatro o el circo. ¿Qué otras funciones desarrollará?
-El Consejo servirá para que entre todos estudiemos las futuras convocatorias de ayudas según las necesidades de cada sector. Por primera vez hemos integrado a más de ochenta asociaciones de todo el Estado en la elaboración de las líneas de actuación de este organismo, en el que intentaremos que esté representado todo el mundo. La idea del ministro y la mía, dos personas que procedemos de las provincias, es que el Estado tiene que llegar a todas partes. Los intereses generales no solo los representa Madrid.
-Una de las papeletas más complicadas que usted tiene por delante es resolver la complicada situación de la Orquesta Nacional. ¿Habrá acuerdo?
-Creo que se logrará, con el consenso de todos, una refundación de la orquesta. Y anuncio ya mismo que la ONE vendrá a Coruña muy pronto. Galicia va a ser una de sus plazas frecuentes.