La Voz de Galicia

«Me marché de los Rolling Stones porque quería más control creativo»

Cultura

Xesús Fraga redacción/lavoz. bajista y ex miembro de the rolling stones

Bill Wyman, ex bajista de la legendaria banda, ofrece hoy en Santiago en su único concierto en Galicia con los Rhythm Kings un cóctel de las raíces del rock.

30 May 2010. Actualizado a las 02:00 h.

Bill Wyman (Londres, 1936) formó parte durante 31 años de los Rolling Stones. Lo dejó en 1992. Hasta ese momento, formaba con su bajo la columna vertebral rítmica, junto con el batería Charlie Watts, sobre la que se cimentaron incontables éxitos y grandes canciones que llevaban el sello, al viejo estilo, de sus compositores: Jagger and Richards. Cantante y guitarrista también eran la imagen más visible del grupo y quienes más titulares acaparaban, tanto en la prensa musical como en la sensacionalista. Wyman marcaba un paso distinto al de los demás. Sus relaciones con Brian Jones eran buenas -con Charlie Watts fue el único Stone que asistió a su funeral-, pero con los demás eran tirantes, como ejemplifican las sesiones de grabación de Exile on Main Street , en las que apenas participó, testigo incómodo del peor momento de la adicción a la heroína de Keith Richards.

Ese disco acaba de reeditarse y ha entrado en el primer puesto de las listas de ventas británicas, pero Wyman tiene a sus espaldas una carrera en solitario de suficiente solidez como para ocuparse de la actividad actual del grupo. Autor de siete libros, dueño de un archivo fotográfico con más de 20.000 imágenes, de las que ha organizado exposiciones, arqueólogo aficionado... Wyman compagina sus múltiples actividades con su banda, Rhythm Kings, con la que pule viejas joyas de un repertorio que ha definido el rock actual: blues, soul y jazz primigenio. Lo que empezó como un divertimento para sacarse de encima dos años sin tocar su instrumento tras abandonar a los Stones se ha convertido en un proyecto estable que da giras por todo el mundo y participa en conciertos benéficos. Hoy ofrecerán en Santiago un único concierto en Galicia (Multiusos Fontes do Sar, 21.30 horas; entradas a 22 euros, en taquilla, en el 902 43 44 43), con el patrocinio de la Fundación Caixa Galicia. Un espectáculo pensado para disfrutar y recorrer varios estilos del rock, según explica Wyman en esta entrevista a la que respondió por escrito.

-El blues, además de ser la base del rock tal y como lo conocemos, ha experimentado una evolución propia y sigue siendo una de las músicas más emotivas. ¿A qué cree que se debe esa fascinación?

-Porque es la raíz de muchas formas de música y, sea cual sea el estado de ánimo en el que te encuentres, escuchar un buen disco de blues te relajará. En los conciertos de los Rhythm Kings incluimos unos cuantos temas de blues.

-El blues británico se ha distinguido por un sonido característico. ¿Qué experiencias o influencias han modelado esa particular visión del género?

-Los Stones fueron la primera banda joven en tocar blues en Inglaterra. A continuación, muchos otros grupos siguieron su dirección, y se limitaron a poner esta música al día y revendérsela de nuevo a los Estados Unidos, que en realidad fue de dónde llegó.

-Willie and the Poor Boys fue uno de sus primeros proyectos paralelos con los Stones antes de dejarlos. Se centró en clásicos del rock'n'roll. ¿Por qué ese repertorio?

-Willie and the Poor Boys fue el precendente de los Bill Wyman's Rhythm Kings. Se trataba de elegir joyas primitivas de la música de raíz y, desde su pasado, devolverles la vida. Ya entonces realizaba el mismo tipo de elecciones que ahora: una selección de blues, jazz, soul, rock, baladas, rhythm & blues... una gran variedad de canciones. Hoy seguimos haciendo lo mismo.

-Poco a poco fue haciendo más cosas al margen de los Stones. En treinta años que perteneció al grupo solo se grabaron dos composiciones suyas. ¿Fue la necesidad de disponer de más canales para expresarse lo que lo llevó a marcharse?

-Quería más control creativo. Por eso mismo comencé a producir a otros artistas, grabar álbumes en solitario, componer bandas sonoras para películas y tocar en los discos de otros artistas.

-En 31 años de carrera con los Stones, ¿cuáles fueron los buenos y los malos momentos? ¿Habría cambiado algo? Y ¿cuáles son sus relaciones actuales con los otros miembros del grupo?

-En general, fueron años muy buenos, con la excepción de la década de los ochenta, cuando el grupo casi se separa. No nos embarcamos en giras entre 1982 y 1989. Se perdía mucho tiempo y esa es una de las razones por las que me marché a comienzos de los noventa: tenía cosas mejores que hacer que esperar holgazaneando. Así que formé Willie and the Poor Boys, escribí mi primer libro, Stone Alone, y abrí mi restaurante Sticky Fingers en Londres.

-Ha grabado y actuado con algunos de los mejores músicos del rock. ¿Qué artista le ha impresionado más?

-La gira ARMS en 1984 por Estados Unidos fue fantástica. Eric Clapton, Jeff Beck, Jimmy Page, Paul Rogers, Joe Cocker y muchos otros. En los últimos años los Rhythm Kings han participado muchas veces como banda residente para conciertos benéficos y ha actuado con algunos de los grandes del pop, rock, blues y soul, como Clapton, Mark Knopfler, Peter Green, Mary Wilson (de las Supremes), Donovan, Mick Hucknall, Robin Gibb, Paul Rogers y Paolo Nutini, entre otros. A todos les encantó el grupo.

-¿Con qué se encontrará el público que irá a verlo hoy en Santiago?

-Se encontrarán con que Bill Wyman's Rhythm Kings es una banda única, que cambia su estilo de una canción a otra, con distintos cantantes e instrumentistas, por lo que el público no se aburre nunca. Esta banda está repleta de grandes vocalistas y músicos brillantes que te hacen disfrutar.

-Además de la música, usted ha escrito libros y se dedica a la fotografía. ¿Cree que estas actividades lo separan del perfil de la clásica estrella del rock?

-Siempre me ha gustado la «variedad» en mi vida y siempre me he interesado por muchas cosas al margen de la música. Desde que dejé los Rolling Stones he podido transformarlos en proyectos y, por fortuna, siempre he tenido éxito en todo lo que he hecho hasta ahora.

-Otra de sus aficiones es la arqueología y ha patentado su propia marca de detector de metales. ¿Habría cambiado su vida como músico por descubrir el tesoro anglosajón hallado en Staffordshire hace un año?

-No tengo ese problema de o uno u otro. Puedo hacer ambas cosas. Siempre lo he hecho.


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