Las ventas de libros electrónicos en EE.UU. superan ya las de los impresos

Los lectores electrónicos fueron uno de los regalos estrella las pasadas Navidades en Estados Unidos, lo que se ha traducido en un espectacular incremento en las ventas de libros para estos dispositivos. Se estima que la semana pasada se activaron entre tres y cinco millones de estos aparatos y, en consecuencia, los títulos digitales están adelantando a los volúmenes impresos. En la lista de libros más vendidos del periódico USA Today, de los 50 incluidos, 19 han tenido más éxito en las descargas que en las librerías. Las obras de Stieg Larsson, entre las más demandadas, despacharon la semana pasada 165.000 unidades digitales frente a 155.000 en papel, según la editorial Knopf. A pesar de que este crecimiento decaerá tras el impulso navideño, en Estados Unidos esperan acabar el año duplicando las ventas de libros digitales del 2010.

¿Y en España? Aunque las ventas de lectores han sido altas, la situación no es comparable con Estados Unidos. «La penetración de readers es del 1%», confirma el periodista y consultor de medios gallego Juan Varela. Para este analista, la implantación del formato digital se está produciendo con lentitud por la falta de «un modelo claro de estándar en los dispositivos», a lo que se suma otra falta, «la ausencia de una oferta decidida por parte del sector editorial».

El responsable de la web Periodistas 21 cree además que la estructura del negocio se diferencia del país norteamericano en su apoyo sobre un modelo de pequeñas librerías, mientras que en Estados Unidos son gigantes como Amazon los que impulsan la venta tanto de lectores -con su propio lector, el Kindle- como de títulos. «Aquí, con la plataforma Libranda se ha tratado de conjugar el libro digital con la estructura tradicional, para tratar de que todos los intermediarios puedan entrar en este sistema. ¿Puede funcionar? Yo creo que sí, pero para ello hay que hacer una apuesta muy clara y decidida», explica Varela.

A juicio del consultor, un factor que está incidiendo en la lentitud con la que se está produciendo esta revolución digital en España es la negociación de los derechos de autor. «Un problema al que se enfrentan fundamentalmente las grandes editoras es que se están pagando derechos muy bajos y el cambio en la cadena de valor va a conducir a una negociación al alza, como ya ha comenzado a producirse», anticipa el consultor.

En opinión de Varela, el sector editorial está perdiendo la oportunidad de liderar la implantación de los contenidos digitales. Ese «error al no ser activos» tendrá dos consecuencias: una reacción tardía cuando gigantes como Amazon o Google traigan su modelo y, por otra parte, «el desarrollo de lo que pretenden evitar, la piratería».