«Solo me he enamorado una vez, y no fue de mi marido»
Cultura
María do Carmo Kruckenberg advierte que si alguien espera encontrar dosis de morbo en su biografía «es mejor que se ahorre la lectura»
05 Apr 2011. Actualizado a las 11:44 h.
Como hizo Neruda un día, María do Carmo Kruckenberg ha decidido confesar que ha vivido. Y mucho. Tanto y tan intensamente que seguro que Mercedes Queixas, autora de Unha aventura irrepetíbel, habrá tenido que sacrificar bastante material, porque 266 páginas dan para lo que dan. «No ha quedado ninguna cuestión importante sin abordar», asegura Carmen.
-¿Ninguna, ninguna?
-Tal vez un par de ellas, pero no es mi estilo hacer daño a nadie a sabiendas.
-¿Quiere decir eso que el lector no se encontrará sorpresas?
-Sorpresas, sí, sobre todo relacionadas con la política. Lo que no encontrará es morbo. El que vaya en su busca es mejor que se ahorre la lectura.
-¿Es consciente de que alguno irá directamente al capítulo de amores y amoríos?
-Para empezar, no hay un capítulo así, pero además ya les anticipo que se van a llevar un chasco. Es cierto que he tenido algunos amoríos, contados, pero solo me he enamorado una vez en mi vida y no fue de mi marido. A Ezio lo quise muchísimo, pero enamorada de verdad estuve de un abogado vasco con el que rompí la relación bien a mi pesar. Todo esto está en la biografía. Y algunas cosas más, pero dichas de tal forma que igual algunos pasan página sin darse cuenta de lo que han leído. Lo cierto es que todo lo que ha escrito Mercedes ya lo escribí yo hace muchos años.
-¿...?
-Mis libros de poemas son una auténtica autobiografía. Estoy en cada uno de ellos y digo lo que quiero decir. Si la gente no es capaz de leer entre líneas es que no se entera de nada.
-¿Por qué entonces una biografía ahora?
-Porque fue ahora cuando me lo pidieron. Habían oído que mi vida ha sido muy movida, muy viajada, que he conocido a personas tan variadas e interesantes como Castelao, Alberti, Pepe Bergamín, Camarón...
-Decía que hay mucha política...
-Sí, porque nací en una familia de derechas y me casé muy joven con un izquierdista que estuvo en la cárcel con Mussolini. Tenía 22 años cuando cambié la España patatona y retirada del mundo por la libertad absoluta en la floreciente Argentina. Allí conocí a la élite de la intelectualidad y allí comprendí que ni unos eran tan buenos ni los otros eran tan malos.
-Si tuviera que elegir la mejor etapa de su vida, ¿cuál sería?
-Serían dos. Los años que viví y viajé con mis padres, las cacerías, la rata que se comía la maleta, la lata agujereada convertida en ducha... Y los primeros años de mi hija, a la que añoro mucho porque vive lejos.
maría do carme Kruckenberg escritora