«Siempre digo que hacer una casa es una prueba de amor»

Su nombre despista, pero su especialidad no es el diseño de ropa, sino el de casas. Y lo hace de forma tan brillante que ha sido el último premio Juana de Vega de Arquitectura, el de mayor dotación de Galicia (6.000 euros). Antonio Pernas Varela (A Coruña, 1972) asegura que el mérito no es solo suyo, también de su equipo y de los propietarios de la casa, ubicada en el municipio coruñés de Bergondo, que mereció el reconocimiento.

-¿Qué mérito pueden tener los dueños de la vivienda?

-Que una obra salga bien depende en buena medida de que conectes con los propietarios y de que ellos aguanten hasta el final. Yo siempre digo que hacer una casa es una prueba de amor, porque es un proceso largo, con dificultades y en el que se gasta mucho dinero. Si hay entendimiento entre el arquitecto y los propietarios el resultado siempre es bueno. Por eso yo siempre hago un cuestionario personal antes de empezar una obra: para saber los gustos y expectativas de las personas, si no las casas me saldrían como me gustan a mí.

-¿Qué es lo que identifica a la casa ganadora?

-La madera, porque los dueños tienen relación con ese sector. Se importó de Chile y fue trabajada por carpinteros muy buenos. Por dentro tiene espacios diáfanos, con una luz de calidad que contribuye a crear una atmósfera muy especial.

-¿Viviría en esa casa?

-Disfrutaba con las obras e iba dos veces por semana así que... sí. Desde luego, me gusta el resultado y, de hecho, la presenté al certamen porque pensaba que podía ganar.

-¿Los premios son importantes para un arquitecto?

-Son dos semanas de gloria y, desde luego, una forma de salir del anonimato. Puede servir para dar a conocer nuestro trabajo porque, desde mi punto de vista, tenemos una formación bestial, se invierte mucho en nuestra educación, pero estamos desaprovechados por la sociedad.