Dylan visto desde 75 enfoques
Cultura
Amnistía Internacional celebra su 50.º aniversario con un cuádruple cedé en el que una multitud de artistas revisan la obra del autor de «Like a Rolling Stone»
18 Mar 2012. Actualizado a las 06:00 h.
En 1964 Bob Dylan editó Chimes Of Freedom dentro de su álbum Another Side Of Bob Dylan. Se trataba de una pieza que, de inmediato, se unió al catálogo político del autor de Masters Of War, Blowing In The Wind o A Hard Rain?s a-Gonna Fall. Aunque el artista ya apuntaba entonces a ese rock eléctrico que lo llevaría a desprenderse de toda el aura mesiánica, la canción pervivió generación tras generación. Su inmaculada poesía, que trata sobre la redención de los débiles en un mundo donde refulgen campanas de libertad, fue revisada por infinidad de artistas. Desde Joan Baez a Bruce Springsteen, pasando por The Byrds o Experimental West Coast Band los versos pasaron por decenas de labios. Pero, además, su simbolismo la convirtió en el estandarte de la organización Amnistía Internacional, surgida tres años antes.
Todos los aficionados la recuerdan como uno de los temas estrella de la gira de la organización pro derechos humanos que dio la vuelta al mundo en 1988. En ella varias figuras del ámbito musical unieron esfuerzos para difundir el mensaje del respeto a esos derechos. Juntos en el escenario, Sting, Tracy Chapman, Bruce Springsteen, Youssou N?Dour y Peter Gabriel la cantaban en cada concierto como himno de esa lucha. Por ello no resulta extraño que, ahora, la organización recurra a Chimes Of Freedom para bautizar el cuádruple cedé que conmemora su 50.º aniversario. Se trata de una extensísima recopilación en la que 75 artistas ofrecen su visión del cancionero de Dylan desde una infinidad de prismas musicales.
«A lo largo de medio siglo, Dylan ha explorado y expresado, a través de su arte, la angustia y la esperanza de la condición humana en la sociedad moderna», explica el historiador Sean Wilentz en las notas interiores de un disco que reúne a un variopinto elenco de artistas. Desde Johnny Cash, que lo inaugura, a Peter Seberg, que precede al cierre definitivo a cargo de Bob Dylan, por los cuatro cedés desfilan nombres como Patti Smith, Diana Krall, Sting, Miley Circus, Billy Bragg, Elvis Costello, Bryan Ferry, Adele, Queens Of The Stone Age, Lucinda Williams, Maroon 5 o My Chemical Romance. Es decir, una amalgama intergeneracional que recorre de manera trasversal la obra de Dylan.
La recopilación está producida por Jeff Ayeroff y Julie Yannatta, la pareja que en el 2007 lanzó Instant Karma: The Amnesty Internacional Campaing to Save Darfur, basado en canciones de John Lennon reinterpretadas por figuras como U2, Green Day o R.E.M. Respecto a este nuevo proyecto, el enlace con la industria musical de Amnistía Internacional, Karen Scott, dijo: «La música de Dylan perdura porque plasma de manera genial nuestro dolor y nuestra alegría, nuestra fragilidad, nuestro desconcierto, nuestra valentía y nuestras luchas».
Incluso podía ir más allá y citar los cambios radicales en la personalidad del músico genial. Llegó un momento en el que Dylan se hartó de ser una especie de luz espiritual, renegó de su etapa protesta afirmando que lo había hecho todo por dinero. Es solo uno de los ambiguos quiebros de su trayectoria.