Nicholas Payton: «El jazz no existe»
Cultura
El trompetista actúa hoy con su trío en el Festival de Jazz & Blues de Ribadeo
26 Jul 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Nicholas Payton es un compositor y trompetista brillante, aunque de trayectoria irregular. Técnicamente muy pulcro y contemporáneo en su ejecución, lleva la música en su ADN; es de Nueva Orleans. Hasta ahora, nadie dudaba de que la música de Payton fuese el jazz, pero sorprende que él mismo se desmarque de esta etiqueta para convertirse en un agitador de conciencias y avivar una vieja discusión sobre si el jazz sobrevivió más allá de la década de los 60. Le están cayendo de todos lados, pero Payton fecha la defunción del jazz en 1959. Lo argumenta en un manifiesto, además de apostar por un concepto musical más ajustado, según él, como el denominado Black American Music (BAM), toda una declaración de las intenciones encerradas en uno de sus últimos discos. Pasada la medianoche (00.30 horas) actuará en el Festival de Jazz & Blues de Ribadeo, cerrando los conciertos de la penúltima jornada de esta cita. Lo hará al frente de su trío, que completan Vicente Archer, contrabajo, y Marcus Gilmore, en la batería.
-¿Por qué ha decidido traer dos sets para sus actuaciones en España, uno para el festival de San Sebastián, donde presentará su último disco, «Sketches of Spain», y la otra en formación de trío para el Festival de Ribadeo?
-No son necesariamente dos formaciones. La base del grupo que actúa conmigo en el programa de Miles y Gil (Sketches of Spain) forma el trío. Ofrecemos música para todos y es a la discreción del festival qué programa desean presentar.
-Imagino que en Ribadeo abordará el repertorio de «#BAM», su penúltimo disco, en el que se sumerge de nuevo en sus raíces de Nueva Orleans con un lenguaje muy sofisticado.
-En realidad, yo no me limito a tocar solo lo que está en mis discos. De hecho, interpretaremos temas que aparecen en mi nuevo álbum, Numbers, disponible ya en mi propio sello, Payton Records.
-Hablemos un poco más de «#BAM». A propósito de este disco, usted publicó un controvertido manifiesto en el que afirma que el jazz está muerto desde 1959, con el «cool» básicamente. Se une así a una corriente que defendieron también Duke Ellington, Miles Davis, Wynton Marsalis o incluso Jan Garbarek, entre otros. ¿Dónde encajamos entonces las aportaciones de músicos fundamentales como Coltrane, Shorter, Coleman, Hancock, Chick Corea, que desarrollaron su carrera a partir de los 60?
-Coltrane dijo en varias entrevistas que a él no le gustaba la palabra «jazz». Ellington habló muchísimo de este mismo tema. No soy el primero que ha dicho que «jazz» no es un nombre apropiado para lo que es Black Music. Yo solamente he reintroducido el tema y la conversación para nuestros tiempos.
-De hecho, el título es toda una reivindicación a modo de hashtag (#BAM) (Black American Music)
-#BAM no solamente es el título de un disco, se refiere a los siglos de la colonización, opresión y discriminación que han sufrido y sufren los negros.
-Si se mantiene su teoría, el jazz corre serio peligro de convertirse en música de repertorio, ¿no cree?
-No es mi teoría. Es la verdad. La música que hoy día que se conoce como jazz sale de la comunidad de los negros como el blues, rock, soul, R&B, hip-hop y toda la música pop. Nadie discute de dónde vienen y dónde nacieron el bolero o el flamenco. No debe de ser un problema cuando yo digo que la cultura negra ha ofrecido algo de mucha belleza y valor al mundo entero.
-En cuanto a las nuevas generaciones de músicos de jazz, que no tienen ningún problema en cruzar fronteras musicales para incorporar sonoridades cercanas al pop, al rock, a la electrónica o al rap en el lenguaje jazzístico, ¿no cree que se trate de evolución?
-Creo que usted no entiende mi argumento principal. El jazz no existe. Fue degenerando en una fórmula inventada por una cultura dominante (los blancos), que se fue usando para crear una separación o división entre todas las músicas que usted enumeró. Los músicos nunca decidieron qué categorías, valores o limitaciones tenía la música. Los que decidieron eso fueron las personas que controlan el sistema.