Gaudí, en el espejo de Sherlock Holmes
Cultura
Daniel Sánchez Pardos novela la juventud del genial arquitecto en «G», que se publicará en cerca de 30 países
10 Sep 2015. Actualizado a las 05:00 h.
Ojos azules, mirada penetrante, gusto y vocación para el detalle, intuición, inteligencia, genio, excentricidad, mente visionaria y espíritu científico. ¿Qué más necesita un detective literario? Todo lo tiene Antonio Gaudí. Hasta el contexto: el irrepetible arquitecto vivió una época fascinante en un lugar fascinante. Y allí lo sitúa el escritor catalán Daniel Sánchez Pardos (1979), que imagina la convulsa Barcelona de 1874, en plena efervescencia hacia la restauración borbónica, de conspiración en conspiración para tratar de que Alfonso XII regrese del exilio (o impedirlo).
Sánchez Pardos hace pivotar su proyecto sobre un modelo que marcó ya de niño su amor por la literatura, Sherlock Holmes. Cuando leyó El sabueso de los Baskerville cayó en el hechizo de Conan Doyle, al que regresó mucho después en su novela El gran retorno (2013), «cargada de guiños a la extraña pareja de Baker Street». Y ha vuelto a caer en el embrujo al convertir a Gaudí en un curioso Holmes, empujado a investigar en la ayuda de su amigo Gabriel Camarasa, envuelto a su vez a la fuerza en un caso criminal y que ejerce además como narrador en un papel que destila ingenua devoción por su brillante colega. Ambos frisan los veinte años, pero la cara oculta que arrastra la vida de Gaudí -pese a su juventud- hace de él un personaje de rápida fascinación para el lector. Camarasa es el contrapunto a su ascendencia humilde; su burguesa familia además acaba de llegar de una larga estancia en Londres, lo cual incrementa la capacidad para la sorpresa de Camarasa ante aquella Barcelona en rápida transformación en la que todo le resulta novedoso. Para quebrar la fácil armonía de estos dos inquietos estudiantes de arquitectura, claro, existe un tercer personaje, la audaz pelirroja Fiona Begg, cuya belleza, talento y desenvoltura no dejan que las cosas vayan nunca por la senda fácil. Ella es la dibujante e ilustradora del vespertino sensacionalista que el padre de Camarasa ha fundado para hacer temblar los cimientos provincianos de Barcelona. El modelo londinense, por qué no, puede triunfar en la capital catalana, pero aquello no será un camino de rosas. Enseguida encontrará serias dificultades.
Todo esto lo cuenta Daniel Sánchez Pardos en G, una novela de misterio, crimen y conspiraciones que, más allá de explorar las posibilidades novelísticas de Gaudí, tiene una gran protagonista: la ciudad de Barcelona. El grupo Planeta ha visto el potencial que arquitecto y urbe (y su apasionante contexto histórico) encierran y ha apostado fuerte por un título de un autor prácticamente desconocido pero cuyo inesperado tirón ya ha encontrado un eco inmediato en editores de más de una veintena de países. Podría hallarse cierto parentesco con clamorosos éxitos no muy lejanos como los de Ildefonso Falcones o Carlos Ruiz Zafón. Incluso han desarrollado una app que juega con el argumento, las localizaciones en los rincones más bellos de la vieja Barcelona y el efecto misterioso de sus propuestas. No sería de extrañar que muy pronto el relato derivase en su correspondiente adaptación cinematográfica; atractivos no le faltan.