La Voz de Galicia

Ai Weiwei, conciliador con China en Londres

Cultura

RITA ÁLVAREZ TUDELA Londres / E. La Voz

El artista ultima en el Reino Unido una exposición, que abrirá el próximo sábado

12 Sep 2015. Actualizado a las 05:00 h.

El artista Ai Weiwei asiste en Londres por primera vez en cinco años a la apertura de una exposición suya, después de que China le devolviese el pasaporte para poder viajar al extranjero hace pocas semanas. Se trata de una amplia retrospectiva de su trabajo de los últimos diez años en la Real Academia de Artes londinense, que abrirá al público el próximo sábado.

El mensaje de Ai Weiwei fue en un tono conciliador con el Gobierno de Pekín, reconociendo que no tiene «ningún remordimiento» y que su única condición con el Ejecutivo chino para recoger su pasaporte y viajar al extranjero fue asegurar que podría volver a su estudio en Pekín, cuando sus visitas a Londres y Berlín terminen. Para el artista, las autoridades de su país «parecen ser más comprensivas» y cree que llegaron a un punto en que no tenían ya razón alguna para no dejarle salir del país.

El conocido activista admitió que durante su lucha con las autoridades chinas para recuperar su pasaporte, y tras ser puesto en libertad después ser permanecer detenido durante 81 días en un lugar secreto, el de Reino Unido fue el único Gobierno occidental que no le ofreció apoyo, si bien puntualizó que sí se reunió con embajadores como los de Canadá, Estados Unidos y Alemania.

Ai Weiwei relató cómo mucha gente de su alrededor se vio afectada por su detención. Su hijo de seis años, que ahora vive en Alemania, tuvo pesadillas durante su arresto pensando que el régimen no iba a dejarle libre nunca más, mientras que su madre había envejecido mucho durante el tiempo que se prolongó su cautiverio.

Para Ai Weiwei, Reino Unido sigue una política de oponerse «a tocar cuestiones relativas a cualquier cosa que moleste el ámbito diplomático», pero recalcó la responsabilidad que tienen los Estados de apoyar la libertad de expresión y los derechos humanos.

Tras su recordada muestra con 100 millones de pipas de girasol en la Tate Modern londinense, ahora esta exposición tendrá en el patio exterior del edificio ocho árboles, que han sido traídos gracias a una campaña de crowdfunding ciudadana que consiguió la suma de 136.000 euros.

Ha sido preparada en un tiempo récord, apenas once meses, frente a su media de cuatro o cinco años, y el artista tuvo que organizar el espacio y los trabajos con vídeos desde Pekín. «Me ha ayudado ser arquitecto para poder distribuir la obra en este espacio y no llevarme sorpresas al llegar aquí», subrayó.


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