Riguroso retrato de Gropius, el visionario tras la Bauhaus
Cultura
Turner edita la biografía de Fiona MacCarthy del influyente arquitecto y diseñador
24 Jun 2019. Actualizado a las 08:06 h.
Un encuentro fortuito en 1964 con una silla, la chaise longue de Isokon, obra de Marcel Breuer, inició en la periodista -entonces, una joven reportera que escribía para el rotativo The Guardian- y crítica de arte Fiona MacCarthy (1940) un camino que acabó por desembocar en una de sus obsesiones, la Bauhaus y su fundador, Walter Gropius, por cierto, compañero de escuela de Breuer. Ya se han cumplido cien años desde que el 1 de abril de 1919 los alumnos accedieron por primera vez a las aulas de tan revolucionaria institución pedagógica abierta en la República de Weimar (Alemania). Y parece un momento perfecto para que la fijación vital de MacCarthy cristalice en un ambicioso, amplio y riguroso trabajo biográfico sobre este visionario arquitecto y diseñador.
En Walter Gropius. La vida del fundador de la Bauhaus -que Turner lleva el próximo miércoles a las librerías españolas-, MacCarthy indaga en su personalidad para tratar de dibujar un retrato que excede la imagen ya consolidada sobre él. En este trabajo emerge una figura que en las décadas de 1910 y 1920 se colocó a la vanguardia en el arte, la educación y la sociedad. El movimiento creativo que salió de la escuela se convirtió en una poderosa ola y su influencia alcanzó a todo el planeta (la mítica exposición celebrada en 1932 en el MoMA neoyorquino contribuyó a este eco). Nacida con el apoyo del duque de Sajonia, alrededor de la Escuela de Bellas Artes de la República de Weimar, iluminó el mundo hasta que el Tercer Reich la clausuró en 1933 (Hannes Meyer ya había reemplazado en la dirección a Gropius en 1928).
Expulsado de su país por el régimen nazi, Gropius se erigió desde Londres -donde fue un referente para el exilio alemán- en defensor del arte público y en una figura hegemónica de la arquitectura y el diseño del siglo XX. Poco después marcha a EE.UU., donde imparte clases en la Universidad de Harvard y se asocia de nuevo con su amigo Breuer. Ya ciudadano estadounidense, Gropius funda The Architects Collaborative, contribuye a la reconstrucción de Alemania y diseña (con Le Corbusier, entre otros) la sede de la Unesco.