Fallece el arquitecto gallego Domingo Pellicer, docente de referencia en Navarra y reputado investigador sobre el hormigón
Cultura
Nacido en Vigo, impartió clases también en las escuelas de Sevilla y A Coruña y era un amante del arte románico, el Camino de Santiago y la Alta Edad Media, lo que lo llevó a escribir la novela histórica «De obispos y meigas»
09 Jan 2020. Actualizado a las 08:36 h.
Profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra desde 1973, el mismo año de su licenciatura en este mismo centro, el arquitecto gallego Domingo Pellicer Daviña, catedrático de Construcciones, falleció el pasado martes en Pamplona. Nacido en Vigo en 1949, era un docente de referencia en el gremio en Navarra, pero compaginó su labor académica con el ejercicio profesional, así como con la investigación centrada en la construcción con hormigón. De hecho, obtuvo el doctorado en 1977 con la tesis Tecnología de los hormigones estructurales y desde 1974 fue ayudante de la asignatura Construcción II, de la que fue responsable a partir de 1978. Impartió clases también en las escuelas de Sevilla y A Coruña, así como en la Politécnica de Madrid, donde obtuvo la cátedra de Construcciones Arquitectónicas en 1986.
Como investigador, recuerda Efe, llevó a cabo varios proyectos sobre construcción con hormigón, y es el autor de libros como El hormigón armado en la construcción arquitectónica o Revestimientos de pavimentos y solados, entre muchos otros.
Compatibilizó esas actividades con el ejercicio profesional, desarrollando viviendas unifamiliares y colectivas, edificios universitarios, de enseñanza o naves industriales, así como rehabilitaciones y reformas, y actividad pericial. Fue consultor en la construcción y rehabilitación de proyectos, entre ellos la edificación del Guggenheim.
Su amor por el arte románico, el Camino de Santiago y la Alta Edad Media, unido a su afición a la literatura, le llevó a escribir la novela histórica De obispos y meigas, una obra relacionada con Compostela y el Camino. El realto está protagonizado por la meiga Ella Cecilia, natural de la ría de Ares, y el obispo de Reims, condenados al encuentro.
«Todos le recordaremos como una figura de gesto afable y humor con retranca de gallego confeso, que ejercía de autor literario en cuantas ocasiones se le proponían. Hizo de la escuela su casa, y de su saber un servicio a la docencia y a la profesión desde su condición de perito», dijo al Diario de Navarra el director de la Escuela de Arquitectura, Miguel A. Alonso del Val.